En dicho debate intervinieron Javier Puig de la Bellacasa, del Comité de Residuos de Conama, Josep María Tost, director de la Agencia de Residuos de Cataluña, Julián Laguna García, jefe del Servicio Técnico de Limpieza del Ayuntamiento de Málaga, Vicente Galván, de Aselip y Belén Ramos, responsable del Área de Medio Ambiente de la OCU.
En primer lugar, Javier Puig, del Comité de Residuos de Conama (organización española, independiente y sin ánimo de lucro, que promueve el intercambio de conocimiento en pos del desarrollo sostenible), expuso que, dentro de la economía circular, “la gestión de los residuos contribuye a la gestión eficiente de los recursos” y afirmó que se debe buscar un material de calidad, mediante la recogida separada de residuos, puesto que hay que gestionar un material que luego va a salir de nuevo al mercado cumpliendo una serie de especificaciones.
Por su parte, Josep María Tost, director de la Agencia de Residuos de Cataluña, puso en valor la importancia de la recogida separada de residuos y señaló que el principal obstáculo reside en el coste que implica. Al respecto, señaló que en Cataluña se realiza en más de 130 municipios y que para conseguirlo es necesario un pacto entre gobiernos autonómicos y locales, aparte de la indispensable participación ciudadana. Además, señaló la necesidad de un sistema de pago por generación de residuos, que se aplica en otros lugares de Europa, y que permite atribuir a cada ciudadano un coste en relación con la cantidad de residuos que genera. O sea que quien contamine pague y quien recicle pague menos.
En este sentido se expresó también Julián Laguna, jefe del Servicio Técnico de Limpieza del Ayuntamiento de Málaga y puso el acento en la necesidad de cumplir con esa recogida separada de residuos si no queremos ser objeto de sanciones por parte de la Unión Europea.
En su turno de palabra, Vicente Galván, de Aselip (Asociación de Empresas de Limpieza Pública), habló de soluciones diferentes para cada situación autonómica y provincial. También señaló que España, junto a Portugal e Italia, es un país que realiza una gestión integral de residuos “a medias”, lejos todavía de Alemania, Francia, Inglaterra, Noruega o Dinamarca. En su opinión, aparte del coste de la recogida separada habría que plantearse también quién se encarga (si empresas públicas o privadas..)
Por último, Belén Ramos, responsable del Área de Medio Ambiente de la OCU, enfatizó la necesidad de la transparencia en cuanto al coste de los residuos para concienciar a los ciudadanos. Según Ramos, la gente desconoce lo que paga por la basura y debe existir más información en este sentido y al respecto del tratamiento de los residuos.