Este contenedor marrón se suma a los ya conocidos azul (de papel), verde (de vidrio) amarillo (envases) y al de la fracción resto que no se recicla. En este quinto contenedor deben depositarse los biorresiduos, restos de alimentos, tanto los ya cocinados como los que están sin cocinar: cáscaras y restos de frutos secos, restos de pan, posos y filtros de café, infusiones, restos de carne o pescado…; también restos de plantas: hojas, flores y plantas, restos de huerta…
Así pues, podremos utilizar este contenedor para reciclar materia orgánica generada en nuestra cocina y la procedente de jardines y macetas. El depósito de los desechos debe realizarse en una bolsa cerrada para evitar los malos olores y garantizar la higiene. Lo más recomendable es utilizar bolsas de basura biodegradables.
En el contenedor marrón no deben depositarse aceite de cocina ni cenizas.
Cataluña ha sido una de las primeras comunidades en implantar este quinto contenedor, a la que se han unido municipios de Navarra, País Vasco, Murcia, Valladolid, Asturias, Madrid…
Recientemente, leíamos la noticia de que el Ayuntamiento de Valencia va a impulsar la colocación de este contenedor en algunos barrios de la ciudad para extenderla después a todo el conjunto del municipio y su comarca.
La materia orgánica supone cerca del 40% de la basura generada por una familia, por ello es conveniente tratarla adecuadamente y, de esta forma, evitar su impacto negativo en nuestro Medio Ambiente. El objetivo de nuestras instituciones es aumentar la recogida selectiva de estos residuos orgánicos, de cara a cumplir la normativa que señala que dicha recogida selectiva debe ser del 50% del total en 2020.
Entre las ventajas de utilizar este nuevo contenedor que destacan los expertos, figuran las siguientes:
- Reducción de la cantidad de basura que llega a los vertederos.
- Reducción de las emisiones de dióxido de carbono (CO2).
- Permite la producción de energías renovables.
- Evita la contaminación de suelos
- Posibilita un mejor tratamiento de las fracciones de residuos.
La campaña de concienciación para la utilización de este quinto contenedor, habitual en otros países de Europa, va a ser fundamental para que se use correctamente en nuestro país. De momento, el quinto contenedor es un gran desconocido en muchos lugares de España, y muchos de los usuarios que lo conocen tienen dudas sobre su funcionamiento. Sin embargo, la integración en diferentes comunidades de este nuevo recurso para el reciclaje está siendo muy positiva.
El destino de estos residuos, una vez completada su recogida, es variable. En algunos casos van a parar a plantas de biometanización, para la producción de biogás (un metro cúbico de biogás equivale, en términos energéticos, a 0,6 litros de gasóleo); en otros casos se emplean estos residuos para producir compostaje.