El sector del reciclaje de pilas y baterías se encuentra en constante transformación por la gran variedad existente, las nuevas tecnologías utilizadas en su fabricación y los numerosos compuestos químicos que contienen. Además, la nueva legislación europea está cada vez más concienciada y comprometida con su reciclaje, tanto que la directiva señala una tasa de recogida objetivo del 50% de pilas y baterías que se utilizan en Europa.
Según datos provenientes del último informe de la EBRA (European Battery Recycling Association) en España se recogieron durante el último año 2.895 toneladas de pilas y baterías. Para 2016 se prevé recoger el doble.
Para conseguir alcanzar este objetivo es necesario enfrentarse al reto tecnológico que permita optimizar este proceso de reciclaje, de forma que se logren una mayor cantidad y calidad de residuos reutilizables. En este contexto hay que enmarcar esta investigación de Envirobat y CSIC. Esta experiencia piloto se encuentra dentro de una Línea de Investigación, Desarrollo e Innovación que la empresa Envirobat España, S.L. está desarrollando en búsqueda de un aprovechamiento integral de pilas y baterías usadas, para contribuir de forma eficiente al modelo de economía circular que propugna la Unión Europea.
Envirobat es una de las tres plantas de tratamiento de pilas alcalinas fuera de uso que hay en España. Cuenta con una capacidad de reciclaje de pilas y baterías de 3.000 toneladas al año, que se realiza a través de varias etapas de clasificación, molienda y separación de componentes. Como resultado de este proceso se obtienen materiales valorizables como acero y papel-cartón.
Otro de los elementos que se obtienen después de todo el proceso es la masa negra, que se compone de óxidos de zinc, manganeso, sales y grafito. A partir de esta masa negra la nueva tecnología hidrometalúrgica puesta en práctica por Envirobat y CSIC recupera el zinc y el manganeso.
Actualmente, el zinc se recupera por medio de una tecnología pirometalúrgica llamada Proceso Waelz, una tecnología que presenta muchos inconvenientes y que no recupera manganeso. La nueva tecnología desarrollada por Envirobat y CSIC está más avanzada y los productos que se obtienen gracias a ella son de mayor calidad, de mucha mayor pureza, además de conseguir eliminar problemas contaminantes asociados.
Esta tecnología hidrometalúrgica se basa en la extracción selectiva de zinc y manganeso separándolos previamente de otros metales, como el cadmio, el hierro y el mercurio, entre otros.
Las principales ventajas de esta tecnología son las siguientes: es la tecnología más innovadora que se conoce dentro del sector, es la tecnología que proporciona un menor consumo, y es la que produce los productos comerciales más puros.