No es nada más que un ejemplo de hasta dónde puede llegar la economía circular. Este nuevo modelo representa una gran oportunidad que nuestra sociedad no puede dejar escapar. Su aplicación podría permitir un ahorro de hasta 600.000 millones de euros a las empresas europeas y que generaría más de medio millón de puestos de trabajo para el sector residuos.
Coincidiendo con el Día Mundial del Reciclaje Ecoembes inauguró el CircularLab en Logroño, un nuevo laboratorio dedicado a la investigación en el reciclaje de envases. De esta forma, Logroño se suma a una serie de ciudades que apuestan por la economía circular, tan variadas como París, Amsterdam, Milán, Peterborough, Singapur, Manresa o San Francisco, entre otras.
Óscar Marín, consejero delegado de Ecoembes, asegura que Logroño tiene el tamaño adecuado para probar soluciones que luego se puedan aplicar a otras ciudades más grandes. Señaló también que quedarse solo en el reciclaje es quedarse corto. Partimos de la base de que el mejor residuo es el que no se produce. Otro dato revelador nos dice que el 80% de impacto ecológico que provoca un determinado producto puede decidirse en la fase de diseño.
De ahí la enorme importancia que tiene el ecodiseño en este cambio de realidad diseño, un aspecto que se debe apoyar incentivando a las empresas que innoven en esta materia e involucrando a los ciudadanos en esta cultura del ecodiseño.
En la inauguración de CirculaLab se dio a conocer el robot Nao, capaz de identificar inmediatamente cualquier tipo de residuo y proporcionar la información necesaria sobre los pasos a seguir para su reciclaje.
En este evento se anunció también que Logroño será la ciudad pionera en poner en marcha una plataforma integral en la gestión de residuos, que incorporará contenedores inteligentes y GPS y otras innovadoras tecnologías en la recogida de residuos que permitan obtener información pormenorizada sobre las rutas de recogida y los pesos a recoger.
Pero si hay un objetivo último al que aspire CircularLab es a encontrar el envase del futuro, que permita a Ecoembes cumplir con el 80% de recuperación que se ha fijado para el año 2020. Por eso mismo, el CircularLab de Logroño quiere funcionar también como incubadora de proyectos empresariales relacionados con el nuevo modelo llamado multi-R (repensar, rediseñar, reducir, rehusar, reciclar…) de producción y consumo. Su espacio de coworking ya acoge diferentes empresas que investigan, por ejemplo, en el ecodiseño, visualización en 3D de prototipos de envases, soluciones de tecnología geoespacial en las que se utilizan drones, la aplicación de las bases de la economía circular en la gestión de energía de municipios, la incorporación el internet de las cosas al mundo del reciclaje, etc.