De acuerdo con el análisis efectuado para elaborar este informe, el reciclaje de una sola pila de las más habituales que solemos utilizar en nuestro ámbito cotidiano permite recuperar unos 17 gramos de materiales, sobre todo metales: de ellos 5 gramos son de hierro y 6 gramos de zinc. El resto pertence a cobre o manganeso, que se obtienen en menor cantidad.
La Fundación Ecopilas, integrada también en la plataforma Reciclya, es uno de los principales sistemas que funcionan en España para el reciclaje de pilas. Esta fundación recoge a diario 320.000 pilas. Cada día se recuperan gracias a esta actividad 1,5 toneladas de hierro y 2 toneladas de zinc. Traducidos estos números a la extensión del año entero, el reciclaje de pilas que lleva a cabo Ecopilas produce 548 toneladas de hierro y 730 de zinc.
España ocupa la quinta plaza en los países europeos líderes en reciclaje de pilas. Nos superan Alemania, Francia, Holanda y Bélgica. Nuestro país se encuentra cerca de cumplir los objetivos de reciclaje de pilas establecidos por la directiva europea, que fija el índice mínimo de recogida en el 45% de las pilas que se ponen a la venta en nuestro mercado. En España este índice se sitúa ahora mismo en el 40% de recogida de pilas.
Es un dato de la Asociación Eucobat, que congrega a los sistemas colectivos de reciclaje de baterías más importantes de Europa. Esta asociación lleva a cabo diversas campañas de información, recogida de pilas y distribución de recopiladores domésticos.
El reciclaje de pilas nos ofrece un doble beneficio medioambiental. Por un lado, se evitan los vertidos nocivos para la naturaleza de los materiales que componen estos dispositivos tan útiles en nuestras vidas. Por otro lado, permite reciclar esos residuos para evitar tener que recurrir a la extracción de materias primas del medio natural, unas materias primas que no son infinitas precisamente.
Sin embargo, la producción y el uso de las pilas en nuestro país lleva asociado el problema de que todavía hay muchas pilas que no se recogen y que van a parar a los vertederos, a pesar de que la recogida selectiva ha mejorado mucho. Las pilas que no son recicladas son contaminantes, aunque afortunadamente estos artefactos ya no contienen entre sus materiales cadmio y mercurio, por lo que su nivel de contaminación es hoy en día más bajo.