Existen cinco modelos de negocio que se encuentran a la base de un cambio hacia un modelo de economía circular. Son los siguientes:
- – Suministros circulares: este modelo de negocio puede resultar muy útil para las empresas que trabajan con materias primas escasas. Se basa en el suministro de recursos que sean renovables, reciclables o biodegradables para integrarlos dentro de cadenas circulares de producción, en lugar de utilizar otros que no lo sean. Las empresas deben tener en cuenta este modelo de negocio para reemplazar los recursos lineales, que por otra parte tienden a ser cada vez más escasos, por recursos circulares. De esta forma, se reducen los residuos.
- – Recuperación de los recursos: este modelo consiste en conseguir energía y nuevos recursos útiles partiendo de residuos o productos de desecho. Emplea nuevas tecnologías e innovadores servicios de reciclaje para recuperar cualquier tipo de residuo para valorizarlo como mínimo a su valor inicial. Este modelo está indicado para empresas productoras de enormes cantidades de residuos, ya que pueden eliminar pérdidas de material.
- – Prolongación de la vida útil del producto: en este caso se utiliza el diseño sostenible para prolongar la vida útil de los productos y los componentes de los mismos a través de la reparación, actualización y reventa. Un modelo adecuado para empresas dedicadas al comercio B2B que requieren grandes inversiones, o empresas destinadas al consumidor final que dan servicio a mercados en los que son abundantes los productos usados.
- – Uso compartido de plataformas: un tipo de modelo que puede ser ideal para empresas cuyos productos tiene un bajo nivel de uso o bien especializadas en aumentar el uso de los productos sin que la empresa se ocupe de la labor de producción. Fomenta la colaboración entre usuarios de productos, ya se trate de individuos, organizaciones, empresas…
- – Producto como servicio: un modelo alternativo al de comprar y poseer, que puede beneficiar a empresas que cuentan con productos que tienen un coste de explotación muy elevado, de manera que pueda tener un valor interesante para sus clientes encargarse del mantenimiento del producto.
Los modelos de negocio expuestos tienen cada uno sus propias características. Las empresas pueden optar por uno o varios de ellos combinados, lo que les ofrezca mayor beneficio. Con la implantación de estos modelos de negocio las empresas conseguir aumentar su productividad, marcar distancias con la competencia, reducir costes de servicio, etc.