La transformación digital mantiene su ritmo imparable en España, con las miradas puestas en la tecnología 5G, cuya llegada parece inminente.
La instalación de cableado y redes de fibra óptica, así como la comercialización de dispositivos tecnológicos que pueden aprovechar estos avances, nos permiten disfrutar de una conexión a alta velocidad y contenidos que hace unos años parecían impensables.
Sin embargo, mientras que la transformación digital mira siempre hacia delante, en cada avance que da, quedan atrás numerosos residuos en forma de cables, baterías, incluso teléfonos móviles o enrutadores de compañías de telecomunicaciones.
Telefónica y la recuperación de equipos obsoletos
La compañía Telefónica es en España, la principal empresa responsable de la instalación y comercialización de este tipo de equipos y materiales.
Por ese motivo, también se ha esforzado los últimos años, por intentar recuperar cualquier objeto obsoleto derivado de su negocio, que por la transformación digital haya quedado en desuso y en riesgo de convertirse en un residuo sin tratamiento.
En los últimos dos años y solo en la comunidad de Castilla La-Mancha, la empresa ha conseguido recuperar 140 toneladas de este tipo de materiales. Esto refleja perfectamente, el efecto que puede tener la transformación digital en toda España, si no se desarrolla un óptimo reciclaje de cables, de baterías y del resto de maquinaria y objetos.
También hay que tener en cuenta que la compañía es un grupo empresarial internacional. Esto significa que el problema de residuos derivados de la transformación digital en España, también se presenta en otros países.
Según datos de la propia compañía, en 2018 llegó a generar 26.295 toneladas de residuos en todo el mundo. Pese a esta imponente cifra, lo cierto es que supone un 4% menos que el año anterior.
Además, desde Telefónica informan que el 97% de todos los residuos recuperados se destinó a procesos de reciclaje. El cable fue el principal protagonista. Un 64% de los residuos provienen de este material.
Es algo que encaja con el proceso de transformación digital. La conexión por cable está dejando paso a la fibra óptica, más pequeña, más resistente y sobre todo con una capacidad de transmisión de datos mucho mayor.
Obstáculos en el reciclaje de la transformación digital
Mientras que el cable es en la mayoría de los casos responsabilidad de las empresas de telecomunicaciones y, por tanto, están invirtiendo en la recogida, recuperación y reciclaje de este material, con otros productos no es tan fácil.
Por ejemplo, los teléfonos móviles y en consecuencia sus baterías, que son almacenados por los usuarios en sus domicilios o, directamente, tirados a un contenedor no preparado para los materiales que los componen.
Por este motivo, desde Telefónica han informado del programa O2 Refresh, que consiste en la recogida y reutilización de dispositivos móviles, mediante estrategias como la oferta de segunda mano en mercados internacionales, como por ejemplo Reino Unido.
En el año 2018, la compañía afirma haber recogido más de 800.000 móviles. Estos dispositivos se unen a los casi 4 millones de routers y decodificadores que también se han conseguido recuperar, porque estaban obsoletos, averiados o no se utilizaban.
