Según datos ofrecidos por la Asociación Española de Recicladores Recuperadores de Papel y Cartón (Repacar), Europa tiene actualmente 6 millones de toneladas de residuos de papel y cartón.
Son residuos pensados para su reciclaje, el problema es que la demanda mundial no es capaz de asumir la creciente oferta que se genera.
Generación de residuos de papel y cartón para reciclar
La buena noticia que se puede extraer de esta situación es que la industria del papel y el cartón, tiene muy asumido el aprovechamiento de los residuos que generan sus materiales.
Empresas y ciudadanos se vuelcan en el objetivo de recuperar estos residuos y conseguir que lleguen a almacenes apropiados, desde los que sean llevados a plantas de reciclaje donde tratar correctamente el producto.
Los datos reflejados sobre 2018 solo en España, registran 4,5 millones de toneladas de estos productos, recuperados para su reciclaje.
Hay muchos orígenes identificados en esta recolección, destacando los contenedores azules repartidos por todo el territorio nacional, que representan el 20% del total del producto.
Además también se recoge papel y cartón proveniente de los embalajes de comercios, en grandes superficies dedicadas a la distribución de productos, así como los residuos recolectados por la industria papelera y en puntos limpios localizados por todo el país.
El problema es que en la actualidad, solo en España hay todavía 250.000 toneladas almacenadas listas para su reciclaje, pero sin viabilidad para repartirlas o exportarlas.
España no es una excepción y el resto de países en Europa se encuentra en una situación similar, sumando así los 6 millones de toneladas de residuos de estos materiales, que no encuentran plantas de reciclaje que puedan aprovecharlos.
Motivos de la falta de recursos para reciclar
Según la Asociación, uno de los principales motivos de esta situación es la restricción desde China a la importación de residuos europeos.
Los datos confirman esta tendencia. De 671.474 toneladas exportadas de residuos de papel y cartón desde España, se ha descendido en 2018 a 348.899 toneladas, casi la mitad que en épocas anteriores. Sin embargo, la generación de residuos de estos materiales sigue en aumento.
Casi de forma complementaria, el comercio electrónico agrava la situación. Esto, además, traslada el problema a los propios ciudadanos.
El comercio electrónico ha impulsado en los últimos años la producción de papel y cartón como materiales de embalaje. Los compradores online reciben en su domicilio el producto adquirido con un embalaje apropiado para garantizar su protección y seguridad.
Pero una vez recibido el producto, qué hacer con el embalaje es problema del ciudadano, un dilema que el comercio electrónico ha conseguido hacer cada vez más grave.
Lo paradójico es que gran cantidad de este embalaje procede, precisamente, desde China. El país asiático es uno de los principales exportadores en productos derivados de la compra online, hacia cualquier lugar del mundo. Sin embargo, las restricciones de exportación e importación, impiden devolver este material, que podría ser utilizado de nuevo como materia prima con la que fabricar nuevos productos.
