El reciclaje de ordenadores entra en el ámbito conocido como RAEE (Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos).
Estos residuos tienen unos componentes y características específicos que los hacen únicos, por ese motivo el reciclaje de los mismos también tiene que ser diferente a otros.
En Derichebourg España nos hemos especializado en el reciclaje de ordenadores y dispositivos electrónicos, invirtiendo en los medios necesarios para poder abarcar todo el proceso de una manera segura y eficiente.
Reciclaje de aparatos electrónicos
Desde Derichebourg España ofrecemos un servicio integral de reciclaje de aparatos electrónicos, comenzando en la misma recogida de los dispositivos. Disponemos de contenedores y jaulas especiales, en las que pueden depositarse estos residuos, para su posterior transporte en vehículos adaptados a este trabajo.
Nuestras plantas autorizadas pueden realizar un almacenamiento temporal de estos residuos sin riesgo y luego proceder a su tratamiento. Además, complementamos estos centros con nuestra planta de Madrid, con maquinaria específica para el tratamiento de los equipos en frío.
En ella extraemos los gases del circuito refrigerante exterior de los ordenadores, así como también los gases expansores de la espuma, aprovechando una cámara de vacío.
El último paso del reciclaje de aparatos electrónicos consiste en la destrucción del residuo, una vez hemos extraído todos los componentes que pueden ser de utilidad.
Los ordenadores tienen un gran porcentaje de componentes y materiales reciclables, en ocasiones superior al 90%.
Algunos de los elementos más comunes son aluminio, cobre y sobre todo hierro. También es posible aprovechar el plástico utilizado para muchas carcasas, tanto de los propios ordenadores como de sus periféricos.
Por otro lado, es destacable la presencia de metales preciosos que podemos recuperar con un proceso de reciclaje óptimo. Algunos de esos metales son el oro, la plata o el paladio.
La importancia de calcular la huella ecológica
La industria tecnológica, incluso si la limitamos solo al ámbito de fabricación de ordenadores, está ocasionando un impacto en su huella ecológica cada vez mayor.
Estos aparatos electrónicos son fabricados masivamente en todo el mundo y consumidos con una rapidez creciente, ya sea en formato de ordenadores de sobremesa, prácticos ordenadores portátiles o cualquier otro dispositivo móvil equivalente.
Sin el reciclaje de ordenadores, la huella ecológica de la fabricación de cada uno es bastante impresionante. Un ordenador puede necesitar para ser fabricado unos 240 kilos de combustibles fósiles, además de 22 kilos de productos químicos. Se suma a la ecuación una media de 1.500 litros de agua.
Cada uno de sus componentes, hasta la mínima fabricación de un microchip de la memoria RAM, requiere de estas tres líneas de suministros para hacerse realidad.
Por tanto, aprovechar los materiales y componentes que nos ofrece el reciclaje de ordenadores, supone un ahorro en el consumo de materias primas bastante importante.
Además, este reciclaje ofrece beneficios tanto a empresas como al medio ambiente. Se necesita un menor consumo de energía, se ahorran costes de transporte y de extracción de materia prima.
Todo ello ayuda a que fabricar un ordenador se pueda hacer de una manera más sostenible y generando menos contaminación.