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El reciclaje de plástico es uno de los ámbitos más importantes del reciclaje en general. El plástico representa uno de los mayores problemas en el medio ambiente.

Lo más impactante de todo es que reciclar plástico es posible. Hay varias metodologías para ello. El problema reside en que no hay suficientes empresas para abarcar la creciente presencia de residuos de plástico en todo el planeta.

La inversión debe seguir creciendo, para tanto mejorar en recursos para proceder con el reciclaje, como también para que más compañías puedan abordar este problema.

En este artículo repasamos el proceso de reciclaje que tiene el plástico, así como las consecuencias derivadas de su descomposición y la huella de carbono que provoca.

¿Cómo es el proceso de reciclaje de plástico?

El proceso de reciclaje de plástico puede seguir muchas metodologías diferentes. Estas son las 3 principales:

Reciclaje mecánico de plástico

Esta metodología se basa en separar los plásticos según la clase a la que pertenecen. Posteriormente se procede a lavarlos y triturarlos.

Al final el objetivo es conseguir muy pequeños trozos de plástico, que luego se aprovecharán mediante un proceso de fundición. Así se crean moldes que luego pueden aprovecharse para fabricar nuevos productos.

Reciclaje químico de plástico

El plástico también se puede degradar aprovechando calor y así conseguimos obtener nuevas moléculas simples.

Reciclaje de plástico por recuperación energética

Con este proceso de reciclaje del plástico lo que buscamos es convertir este residuo en combustible. Con él podemos generar energía que nos será útil en distintos ámbitos.

El reciclaje de plástico puede permitir crear distintos productos. Hay muchos sectores que se aprovechan de este plástico reciclado:

  • Piezas de distintos sectores industriales.
  • Botellas.
  • Bidones.
  • Bolsas.
  • Láminas.
  • Tuberías.
  • Calzado.
  • Muebles.
  • Menaje.

La descomposición y huella de carbono del plástico

El problema medioambiental del plástico es grave. Algunas organizaciones como Greenpeace explican que mares y océanos llegan a recibir hasta 12 millones de toneladas de estos residuos.

Lo peor de todo es que, a pesar del esfuerzo de las empresas de reciclaje, el volumen de residuos de plástico sigue en alza.

Si nos ceñimos a lo que provoca 1 solo Kg de plástico como residuo, podemos hacernos una idea del peligro que supone en cuanto al impacto de la huella de carbono.

Por ejemplo, si queremos fabricar un solo Kg de plástico, todo el proceso genera una emisión de gases contaminantes de hasta 3,5 Kg de CO2.

Sin embargo, el reciclaje de plástico reduce considerablemente esta cantidad, pasamos de 3,5 Kg a 1,7 Kg de dióxido de carbono.

Si recicláramos todo el plástico que se genera, el impacto en el medio ambiente sería prácticamente la mitad del actual.

No obstante, el problema no es solo cómo está afectando a la atmósfera, sino también qué provoca en los entornos en los que acaba.

Famosas son ya las imágenes de espacios marinos cubiertos hasta donde alcanza la vista, de residuos de plástico, que afectan a los seres vivos de estos entornos. Sus consecuencias están afectando también a otros hábitats e incluso a los seres humanos.