El reciclaje de electrodomésticos como los que podemos tener en casa, entra dentro de la categoría RAEE (Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos).
Se trata de residuos específicos a los que debemos dar un trato diferenciado, si queremos realizar un proceso de reciclaje apropiado a sus características.
¿Cómo se reciclan los electrodomésticos?
El proceso de reciclaje de electrodomésticos se inicia en los puntos de recogida. Nosotros contamos con contenedores y jaulas que permiten una recogida selectiva de estos residuos tan especiales, así como también podemos transportarlos a nuestras plantas.
Allí podemos realizar un tratamiento de los residuos de frío y extraer los gases, tanto los que están en el circuito refrigerante exterior, como los que son gases expansores de las espumas en una cámara de vacío.
Al final de estos procesos, emitimos un certificado de destrucción de los residuos que han sido tratados.
¿Dónde se produce el proceso de reciclaje de electrodomésticos?
El proceso de reciclaje de electrodomésticos pasa por diferentes sitios. El inicio se encuentra en los denominados puntos limpios, que hay repartidos por una ciudad.
La recogida selectiva se realiza en contenedores presentes en estos puntos limpios y, desde ellos, los transportamos a plantas autorizadas para tratar estos residuos en concreto.
Nuestra planta en Madrid, donde se realizan las extracciones de gases, cuenta con certificado WeeeLabex, como confirmación de cumplimiento de los estándares exigidos en el reciclaje de este tipo de residuos.
Además, también mantenemos acuerdos con los más importantes Sistemas Integrados de Gestión, con asociaciones, cadenas de distribución y los mencionados puntos limpios, para garantizar que el servicio que se les ofrece es de la máxima calidad.
Cuando los residuos de estos pequeños electrodomésticos han sido reciclados, los componentes útiles y los materiales obtenidos, son transportados a las empresas que van a poder utilizarlos.
Segundas vidas y usos de los electrodomésticos y sus componentes
El reciclaje de electrodomésticos y de sus componentes es sumamente importante. El consumo energético y la contaminación generada son considerablemente menores mediante el uso de residuos reciclados que si obtenemos cada vez la materia prima original.
Hay dos principales fines para estos residuos reciclados. El primero de ellos es aprovechar la materia prima obtenida y los componentes, para la fabricación de nuevos electrodomésticos.
Otra opción es destinarlos a la fabricación de otros productos, siempre que podamos contar con sus propiedades y cualidades lo más intactas posibles.
Si queremos dar una segunda vida a nuestros electrodomésticos tenemos más opciones, también muy beneficiosas para el medioambiente. La donación puede ser, además, una acción solidaria.
Ese electrodoméstico que queremos cambiar, puede ofrecer una función útil a otras personas que no tienen capacidad económica para adquirir un modelo nuevo.
Por otra parte, tampoco se debe descartar la reparación de los electrodomésticos. Precisamente el reciclaje de componentes puede servir de base, para obtener más fácilmente y a mejor precio aquellos materiales que necesitamos para seguir disfrutando de nuestros electrodomésticos.
Una mínima inversión, que puede ofrecernos un ahorro considerable, además de ampliar la vida útil de los electrodomésticos que tenemos en el hogar.