El río Tinto era llamado antiguamente Luxia. Nace en la sierra de Padre Caro (conocida también como Sierra de Huelva) y recorre hasta casi 100 Km hasta llegar a la ría de Huelva.
Allí se junta con el río Odiel y su impresionante colorido se va diluyendo hasta adquirir el agua su característica transparencia.
El río Tinto debe su nombre a su color, de intenso rojizo y anaranjado, que capta la atención de todos los turistas que se acercan a este paraje de la provincia andaluza.
¿Por qué tiene ese color Río Tinto?
Obviamente, se han sucedido las teorías sobre por qué el río Tinto tiene este color. En un primer momento, se pensó que era por la actividad de minería que se realizaba en la zona y no es una teoría desencaminada, pero tampoco el único motivo.
Efectivamente, las minas que hay cerca afectan a la coloración del río, pero la extracción de los materiales no tiene nada que ver. Es la composición del terreno donde se asienta el río Tinto lo que genera estas tonalidades en el agua.
Concretamente, es el proceso de meteorización de los minerales que tienen en su composición sulfuros de metales pesados.
Es algo tan excepcional, que incluso la NASA ha realizado investigaciones en el río Tinto para hacer una equivalencia con las características de Marte ya que, aunque parezca mentira, en este agua hay organismos vivos.
Metales pesados en Río Tinto
Los metales pesados más importantes en el río Tinto son rocas de pirita, que es sulfuro de hierro de categoría II y de calcopirita, que es disulfuro de hierro y de cobre.
Además, la zona cuenta con importantes minas que desde hace miles de años están siendo explotadas por distintas civilizaciones. Originalmente el cobre, el hierro y el manganeso fueron los elementos que más se extraía de ellas.
En la actualidad, diversos estudios han confirmado que los metales pesados más presentes en sus aguas enrojecidas son efectivamente el hierro, el cobre, el cadmio y el manganeso, entre otros.
¿Qué se extrae en las Minas de Río Tinto?
Con las técnicas actuales y el conocimiento histórico que se tiene de las minas del río Tinto, la actividad en la zona ha podido ser más eficiente y extraer gran variedad de materiales.
En la actualidad, la actividad minera se centra en la extracción de cobre, zinc, plomo, sulfúrico, oro y plata. Además, no muestra signos de agotamiento. En 2018, por ejemplo la extracción de cobre llegaba a los 9,3 millones de toneladas, de los que 8,7 millones eran procesados y más de 37.000, producidas.
En cualquier caso, toda la zona de Río Tinto es interesante a nivel internacional, no por su actividad minera, sino por el genuino paisaje que ofrecen sus aguas a lo largo de todo su recorrido. Su coloración ofrece instantáneas que han sido capturadas por infinidad de lentes fotográficas.
Pero sin duda lo más sorprendente se encuentra bajo esta coloración. Pese a las condiciones que impone la alta concentración de metales pesados, también hay oxígeno. Es aprovechado por microorganismos sobre todo fotosintéticos, que precisamente se alimentan de los minerales presentes en el terreno.
