Hay muchos tipos de residuos, desde los domésticos que se crean en cualquier hogar hasta los electrónicos, regulados bajo las directrices de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE).
Pero hay una tipología de residuos que requiere un cuidado aún más especial que el resto, se trata de los residuos peligrosos.
¿Qué son los residuos peligrosos?
Se identifican como residuos peligrosos aquellos que, por sus materiales contaminantes, pueden presentar un riesgo tanto para la salud como para el medio ambiente.
Esta característica impide su reciclaje de la misma forma a como sucede con otros residuos. En lugar de ello requiere un tratamiento específico, con el que se garantice que estos materiales no representan peligro alguno para nosotros o para nuestro entorno.
Ejemplos y clasificación de residuos peligrosos
Los residuos peligrosos tienen una clasificación oficial, en función de las características propias de los materiales que los componen.
Esta clasificación se basa en el Reglamento 1357/2014 de 18 de diciembre de 2014 de la normativa europea sobre residuos.
HP1 – Residuos peligrosos explosivos
Residuos que pueden llegar a explotar, por lo que requieren un tratamiento específico para su control. La pólvora es uno de los residuos más conocido en esta clasificación.
HP2 – Residuos peligrosos comburentes
Residuos que pueden provocar la combustión de otras sustancias.
HP3 – Residuos peligrosos inflamables
Residuos que pueden arder con facilidad. Se incluye aquí a residuos pirotécnicos, autorreactivos, etc. El fósforo, los hidrocarburos o el petróleo son ejemplos conocidos de estos residuos.
HP4 – Residuos peligrosos irritantes
Residuos que pueden causar irritación cutánea y lesiones oculares.
HP5 – Residuos peligrosos de toxicidad específica
Residuos que pueden provocar una toxicidad específica en algunos órganos, por exposición directa, repetida o por aspiración.
HP6 – Residuos peligrosos de toxicidad aguda
Residuos que provocan toxicidad aguda por administración oral, cutánea o por inhalación.
HP7 – Residuos peligrosos carcinógenos
Residuos que pueden provocar un cáncer o aumentar su incidencia.
HP8 – Residuos peligrosos corrosivos
Residuos que pueden provocar corrosión cutánea cuando son aplicados.
HP9 – Residuos peligrosos infecciosos
Residuos que contienen microorganismos viables o bien sus toxinas, por lo que pueden causar enfermedades en seres vivos.
HP 10 – Residuos peligrosos para la reproducción
Residuos que pueden afectar sobre la función sexual y la fertilidad de las personas y de sus descendientes.
HP 11 – Residuos peligrosos mutágenos
Residuos que pueden causar mutaciones permanentes, afectando al material genético de un ser vivo.
HP 12 – Residuos peligrosos gaseosos de toxicidad aguda
Residuos que pueden emitir gases de toxicidad aguda, cuando entran en contacto con el agua o con un ácido.
HP 13 – Residuos peligrosos sensibilizantes
Residuos que tienen sustancias que pueden tener efectos sensibilizantes sobre la piel o en los órganos respiratorios.
HP 14 – Residuos peligrosos ecotóxicos
Residuos con efectos potenciales de riesgo sobre el medio ambiente
HP 15 – Otros residuos peligrosos
Se enmarcan en esta tipología aquellos residuos peligrosos que no pueden incluirse en ninguna de las clases anteriores.
Así se tratan los residuos peligrosos
La gestión de residuos tóxicos y peligrosos está muy bien regulada por la Unión Europea y, dado el riesgo que representan, las empresas responsables deben seguir la normativa al detalle.
El primer elemento a tener en cuenta es la recogida y traslado de los residuos peligrosos. Deberá hacerse con las medidas de protección adecuadas y completando una serie de documentos que permiten hacer seguimiento específico de cada residuo.
Luego hay que proceder con el tratamiento de residuos peligrosos. Se realiza a 3 niveles generalmente:
- Nivel primario: Se preparan los residuos para los tratamientos.
- Nivel secundario: Se elimina la toxicidad del residuo y se destruyen los constituyentes peligrosos.
- Tratamiento: Se aplica el tratamiento definitivo con el que destruir o aprovechar el residuo, de forma que no suponga ya ningún riesgo.
Hay infinidad de tratamientos de los residuos peligrosos, aunque por lo general distinguimos 3 tipologías:
- Tratamientos biológicos
- Tratamientos fisicoquímicos
- Tratamientos térmicos
