El reciclaje de chatarra es uno de los más importantes actualmente, tanto por la cantidad de residuos que abarca, como a nivel comercial y de aplicaciones, por las múltiples posibilidades que ofrece.
De igual forma, cada vez hay menos dudas de por qué reciclar chatarra, dados los beneficios que ofrece. Ayuda a reducir los residuos existentes y sus riesgos por contaminación, ofrece ahorro económico a las empresas que lo utilizan para su producción y, además, estos residuos también pueden contener materiales de alto valor.
Cómo se clasifica la chatarra
Hay distintos tipos de clasificación de chatarra. La más conocida es la que diferencia la chatarra de metales ferrosos (residuos procedentes del hierro y/o del acero) respecto a la chatarra de metales no ferrosos (residuos que no proceden del hierro ni del acero, como el cobre, el aluminio, el plomo y muchos más).
También se puede clasificar la chatarra según su procedencia:
- Chatarra de demolición
- Chatarra de residuos bio-médicos
- Chatarra doméstica
- Chatarra eléctrica y electrónica
- Chatarra industrial
- Chatarra peligrosa
Tipos de chatarra para fundición
La chatarra que contiene hierro y/o acero es conocida como la chatarra para fundición. Es también llamada chatarra de metales ferrosos.
En esta clasificación podemos encontrar muchas tipologías de chatarra. Las más conocidas son las siguientes:
- Chatarra liviana: Chatarra de poca densidad pero mucho volumen, como tejas, partes de carrocerías, marcos de puertas, etc.
- Chatarra pesada: Chatarra que tiene poco volumen pero una alta densidad, como maquinaria pesada, material ferroviario o tuberías de hierro.
- Chatarra mixta: Combinación de chatarra liviana y pesada.
- Pacas: Conocidas como la agrupación de láminas de acero por prensas, normalmente formadas por material desechado.
- Hierro colado: Hierro fundido gris, una aleación del metal característica por el color que adopta.
- Virutas: Pequeños materiales que se generan normalmente en el proceso de creación de otros productos.
La chatarra para fundición, sobre todo la que contiene acero en su composición, es de gran importancia actualmente. De hecho, el 40% del acero mundial procede del reciclaje de esta chatarra.
La chatarra electrónica
La chatarra electrónica recibe un tratamiento diferente, ya que abarca todos los residuos procedentes de aparatos eléctricos y electrónicos. De hecho, forma parte de la categoría RAEE de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos.
La chatarra electrónica debe llevarse a un punto limpio, no puede reciclarse con métodos tradicionales. En este espacio será recogida por empresas especializadas en el servicio y llevadas a plantas de reciclaje, donde le aplicarán las acciones necesarias para seguir aprovechando los materiales que la compongan.
Su reciclaje es de gran importancia, dada la cantidad en aumento de este tipo de residuos y, al mismo tiempo, por el volumen y ritmo de fabricación de nuevos productos electrónicos, que pueden aprovechar los materiales reciclados.
Además de los muchos usos que puede tener el reciclaje de chatarra electrónica, este proceso también es importante por el valor de los materiales presentes en muchos residuos eléctricos y electrónicos, incluso aunque se deriven a la fabricación de otros productos no relacionados con la electrónica.