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El reciclaje de vidrio tiene las ventajas de que podemos utilizar el material las veces que queramos. Por mucho que lo reciclemos, no pierde sus propiedades.

Ahora bien, sus aplicaciones son muy diversas, desde la clásica fabricación de botellas de vidrio reciclado hasta innovadoras propuestas, como las ventajas del vidrio en las baterías de coches eléctricos que se están estudiando.

Entre estas aplicaciones también tenemos que distinguir las diferentes tipologías de vidrio. Tenemos desde vidrio común hasta vidrio laminado, vidrio insulado, etc. En este artículo nos centramos en el vidrio templado y sus características.

Qué es el vidrio templado

El vidrio templado es aquél que se ha reforzado con diferentes procesos químicos y térmicos para conseguir un material de mayor resistencia.

De esta forma, podemos aprovechar el vidrio templado tanto en proyectos de decoración como en trabajos de construcción y arquitectura.

Para conseguir vidrio templado, se calienta el material de forma gradual hasta alcanzar una temperatura de 635 ºC y luego se enfría inmediatamente después con aire. Con este proceso queda expuesto a la compresión y a la tensión, tanto de forma externa como interna.

Por sus características, los usos del vidrio templado son muy frecuentes en nuestra vida diaria:

  • Como barandal de escaleras.
  • Como cubierta de una terraza.
  • Como mampara de ducha.
  • Como mesa grande de un salón o comedor.
  • Como muro transparente entre vivienda y terraza o jardín.
  • Como parabrisas de automóviles.
  • Como puerta de separación de espacios.

Diferencias entre vidrio templado y laminado

En la vida diaria usamos tantas veces el vidrio templado y el vidrio laminado que en muchas ocasiones los confundimos, por eso es importante conocer las diferencias.

El vidrio templado, puede ser hasta 5 veces más resistente que el común, sobre todo en lo que respecta a la resistencia térmica. El vidrio laminado destaca por su resistencia a la penetración y a los golpes.

Cuando el vidrio templado se rompe, se fragmenta en trozos muy pequeños y reduce el riesgo de cortarse con él. El vidrio laminado también es muy seguro, porque cuando se rompe permanece pegado a la hoja intermedia.

También se diferencian en usos, frente a los ya vistos del vidrio templado, el vidrio laminado es aprovechado sobretodo en superficies transitables y fachadas de edificios. No obstante, también hay que tener en cuenta que ambos vidrios son aptos para algunas aplicaciones en común. Por ejemplo, podemos tener barandillas de ambos vidrios o ventanas tanto de vidrio templado como laminado.

Características del vidrio templado

El vidrio templado destaca entre sus características por su resistencia a muchos niveles, tanto a golpes como a la flexión o incluso por su resistencia térmica. De hecho, esta última característica también lo hace recomendable en puertas de hornos y otros electrodomésticos.

Como hemos comentado, en caso de fractura se rompe en pequeños trozos, por este motivo también es un vidrio muy fácil de limpiar y más seguro que otros tipos de este material.

Es utilizado en muchos mobiliarios como alternativa a la madera y otros materiales, entre otras cosas porque no absorbe el calor y ayuda a mantener una temperatura confortable en la estancia.

Dentro del diseño de interiores, también se valora la peculiar textura del vidrio templado, más agradable que otros materiales.

Su uso en viviendas y construcciones como muro transparente o tragaluz está motivado también porque entre sus características permite acabados totalmente personalizados, no solo en tonalidades cromáticas, sino también en cuanto a dejar que pase la luz y el calor necesarios, sin temor a que el material se caliente.