Los términos de fibrocemento, uralita y amianto están estrechamente relacionados aunque no todo el mundo los sabe identificar de forma específica.
En este artículo te ayudamos en la distinción de estos conceptos y, sobre todo, te informamos acerca de la gestión de residuos de fibrocemento y de su desmontaje.
Qué es la uralita
El término uralita es utilizado en España para identificar al amianto. El motivo de esta relación es que la empresa responsable de su comercialización tenía este nombre.
La uralita o amianto está prohibida en España desde el año 2011, aunque en años anteriores ya se prohibió en sus variedades de amianto azul o amianto marrón.
El motivo de esta prohibición es que ha sido demostrado su peligro cocarcinógeno y, por tanto, debe evitar utilizarse de cualquier forma.
Además, toda construcción que anteriormente utilizara este material, debe ser correctamente desmontada y sus residuos tratados de forma óptima.
Su relación con el fibrocemento se debe a que este último consiste en una mezcla que lleva en su componente el amianto y que se utilizaba en proyectos de construcción de edificios, naves industriales, canales y depósitos de agua, entre otros.
Gestión de residuos de fibrocemento
Los residuos de fibrocemento siguen representando en España un grave peligro potencial. Por eso deben ser identificados y retirados de forma correcta, pero también óptimamente gestionados.
Para ello, es importante que la empresa responsable esté especializada en este tipo de trabajos y tenga experiencia en la solicitud de trámites documentales, tales como la solicitud previa de aceptación de residuos o DAR, los documentos de control y seguimiento o DCS o los certificados de gestión de residuos
Correcto desmontaje de fibrocemento
Un proyecto de demolición de arquitectura ya es delicado por sí mismo. Además de hacerlo de forma controlada y segura, también requiere un tratamiento posterior de los residuos de construcción y demolición (RCD).
En el caso del fibrocemento, está el componente añadido de que debe realizarse un desmontaje apropiado, con respecto a las características que requiere este tipo de material.
Para empezar, desde el año 2002 es obligatorio que la empresa responsable de este trabajo esté inscrita en el RERA (Registro de Empresas con Riesgo de Amianto).
Además, debe presentar el proyecto de retirada, que debe ser oficialmente aprobado, junto al resto de documentación indicada anteriormente.
En el proceso de desmontaje, los profesionales deben contar con todas las medidas de seguridad necesarias, para evitar cualquier tipo de efecto provocado por el contacto con el material.
Las labores pueden variar mucho, dependiendo del espacio de trabajo. En ocasiones habrá que recoger trozos de fibrocemento si se trata de una construcción deteriorada o incluso en ruinas.
También es posible que tenga que protegerse la superficie con compuestos capaces de evitar la dispersión de partículas al aire durante los trabajos de desmontaje.
De igual forma, puede suceder que otras superficies sean dañadas o entren en contacto con el fibrocemento durante el desmontaje. En estos casos, también habrá que tratar correctamente todo lo que se haya visto afectado.
El material desmontado será reunido en palés o en espacios habilitados para poder ser transportado. Luego será correctamente identificado, para su posterior tratamiento.
Finalmente el material se llevará a vertederos autorizados para la gestión adecuada de estos residuos.