La práctica de buscar metales en las playas y en otros entornos, se ha convertido para muchas personas en una afición muy entretenida. Para otras, en cambio, llega a ser una forma de buscar una subsistencia mínima.
En cualquiera de los casos, tenemos dos elementos que hay que analizar debidamente. Por un lado cómo buscar estos metales y, por otro lado, si incurrimos o no en una práctica sancionable.
¿Cómo buscar metales enterrados?
La mejor forma de buscar metales enterrados es aprovechando detectores de metales. En el mercado podemos encontrar una amplia variedad de modelos, desde los más profesionales hasta los más modestos para aficionados.
Estos detectores de metales nos ofrecen infinidad de opciones. Por ejemplo, los hay que pueden buscar tesoros incluso debajo del agua; tienen altavoz y auriculares para la detección de metales subterráneos; incluso hay algunos con extras como visión nocturna o detector de volumen.
Algunos detectores de metales nos permiten incluso distinguir una clasificación entre las opciones de búsqueda. Por ejemplo nos pueden permitir buscar oro, plata y cobre, mientras que el resto de metales los descartan y no son incluidos en la detección.
La afición de buscar metales en la playa
Esta afición por buscar metales en la playa se ha impulsado los últimos años, conforme la evolución tecnológica ha permitido cada vez mejores desarrollos.
En la actualidad hay incluso aplicaciones para dispositivos móviles que se vinculan a estos detectores, para obtener mayor información y unos datos más precisos.
Sin embargo, la afición puede incurrir en sanción, si no cumplimos la legislación vigente. El problema es que esta legislación no existe a nivel nacional, sino autonómico. De esta forma, puede estar prohibido en alguna Comunidad, mientras en la de al lado no lo está.
Es importante consultar estos permisos, dado que las sanciones más graves han llegado a ser de hasta 120.000 euros en algunos territorios.
Lo que sí podemos indicarte es en qué lugares no puedes buscar metales, salvo que consigas un permiso oficial para ello:
- Áreas de arqueología.
- Emplazamientos con bienes de interés cultural
- Emplazamientos de interés histórico.
- Fincas cercadas privadas.
- Fincas cercadas públicas.
- Prospecciones arqueológicas.
- Prospecciones minerales.
- Reservas naturales.
Por tanto, en la playa sí puedes utilizar detector de metales, siempre que la Comunidad Autónoma en la que te encuentres lo permita.
Pero no todos los metales puedes quedártelos. Por ejemplo, si encontramos un tesoro en una propiedad pública, el 50% de su valor será abonado por el Estado al descubridor, pero el objeto encontrado se lo quedarán las Administraciones Públicas, que además serán legítimas propietarias.
En una propiedad privada no sucede esto, pues el tesoro encontrado podrá ser adquirido por la persona que lo descubra.
Si lo que se ha encontrado tiene interés científico o artístico, entonces el propio Estado es quien hace una tasación. El 25% de su valor será para quien lo descubra, otro 25% será para el propietario del terreno y el Estado adquirirá lo que se haya encontrado.