El plástico es actualmente el residuo de mayor problemática mundial. Desde su aparición en los años setenta, apenas hemos conseguido reciclar el 9% de todo lo producido, lo que está ocasionando importantes problemas en múltiples entornos naturales y también a nuestra propia salud.
La búsqueda de soluciones no ha parado desde que se ha hecho evidente el problema de residuo de plástico existente en todo el planeta. Sin embargo, no todas las soluciones plantean un 100% de beneficios en sostenibilidad.
La propuesta de Filipinas: Carreteras de plástico
En Filipinas podemos ver un ejemplo práctico de esta situación. Con una colaboración entre empresas y Gobierno, se ha desarrollado una técnica con la que se crea asfalto aprovechando trozos de plástico muy pequeños y reciclados.
A nivel práctico, el asfalto es perfecto. Es más resistente que el tradicional creado con bitumen y más económico. Al reciclar plástico para su desarrollo también es, en teoría, más sostenible.
Pero esto no es totalmente acertado o, por lo menos, no se puede hablar de plena sostenibilidad.
Esta técnica utilizada para crear carreteras de plástico tiene un doble inconveniente. En primer lugar, las emisiones contaminantes para el proceso de desarrollo siguen estando presentes.
Por otro lado, se crea un nuevo residuo, que es si cabe más peligroso que el plástico, el llamado microplástico.
El motivo de que en Filipinas hayan escogido esta técnica a pesar de todo es que el país es uno de los mayores consumidores de plástico del mundo, con un ratio que llega a los 48 millones de bolsas de plástico al día.
Obviamente, la solución de asfalto con plástico se presenta como una alternativa lógica y plausible, a pesar de las desventajas que claramente están presentes.
Soluciones prácticas por el reciclaje de plástico
El reciclaje de plástico debe ser uno de nuestros objetivos prioritarios. Sin embargo, no hay por qué limitarse a técnicas que ofrezcan beneficios y desventajas. Podemos aplicar estrategias globales encaminadas a una presencia nula de residuos de plástico con total sostenibilidad.
Estas son algunas de las estrategias que se pueden aplicar y que muchas empresas ya han iniciado el camino para completarlas:
Reducir la producción de plástico
Es la medida que más se está viendo en nuestra sociedad. Las empresas están reduciendo la producción de todo el plástico que es posible, dado que sin el material la generación de residuo desaparece.
Tampoco es la medida ideal, dado que el plástico en realidad es un material que nos ofrece múltiples beneficios. Sin embargo, sí que es algo que podemos aprovechar, en aquellos casos donde su sustitución sea posible y beneficiosa.
Mejorar los procesos de reciclaje
Donde más hay que invertir es en los procesos de reciclaje. Tanto la recogida, como el transporte y, por descontado, el posterior tratamiento del residuo de plástico, deben encaminarse hacia un reciclaje 100% beneficioso para el medioambiente y para las personas.
Buscar salidas alternativas al plástico reciclado
Por último, hay que encontrar una alternativa útil y sostenible al plástico reciclado. También son muchas las empresas que invierten en propuestas innovadoras, con las que aprovechar este material en un nuevo ciclo de vida.
Lo importante es que en el futuro el plástico deje de ser un problema medioambiental y, en lugar de ello, sea un elemento que podamos aprovechar para una mejor calidad de vida.