La concienciación sobre el medio ambiente, unida a la búsqueda de soluciones prácticas y económicas para la infraestructura de viviendas, está motivando el descubrimiento de muchas opciones originales, sostenibles y asequibles para construir inmuebles.
Una de estas opciones que está cobrando más auge es el de casas recicladas y, más concretamente, aquellas que aprovechan para su construcción contenedores marítimos.
Casas hechas de contenedores, ahorro y reciclaje
A primera vista, construir casas con contenedores marítimos no parece una idea muy atractiva. Se tiene una imagen de ellos fría, con poco aislamiento térmico y sin muchas opciones decorativas.
La realidad, no obstante, es completamente distinta. Los contenedores marítimos han demostrado una gran versatilidad en el sector de la construcción y, dejando de lado las limitaciones de sus formas rectilíneas, el resto son prácticamente todo ventajas.
Por descontado, el reciclaje es el elemento más importante a nivel de sostenibilidad. Utilizamos contenedores marítimos para la estructura de una vivienda, hay pocas alternativas más sostenibles que esta.
En la mayoría de casos se trata de unidades de contenedores en desuso, rehabilitados para ser aprovechados en la construcción de una vivienda. La alternativa sería su fundición para reutilizar el acero, pero lo cierto es que es más sostenible aprovechar su estructura para ser habitada, que invertir en el gasto energético que supone su reciclaje de esta otra forma.
En comparación con la construcción de una vivienda tradicional, se ahorra considerablemente en materiales. Por ejemplo, apenas se usa agua, ya que no se debe utilizar con el hormigón y el ladrillo.
Si bien necesitan cimentación, su huella en el terreno sobre el que se ubican no es tan importante como una construcción normal. De hecho, en muchos casos se pueden hasta trasladar a otros espacios.
Además de las cuestiones de sostenibilidad, hay otros factores por los que estas construcciones de casas con contenedores marítimos están cobrando tendencia.
En primer lugar por el precio, dado que pueden ser realmente económicas, en comparación a las viviendas tradicionales. Todo ello con el factor añadido de que suelen ubicarse en entornos alejados de las ciudades, lo que implica más tranquilidad, un mayor contacto con la Naturaleza y una mayor calidad de vida.
Sus características en construcción permiten también abordar cualquier proyecto en muy poco tiempo. En apenas unas semanas es posible contar con una de estas viviendas, que puede ocupar entre 60 y 100 metros cuadrados.
La ventaja añadida que tienen es que los contenedores marítimos permiten acoplarse entre sí, consiguiendo infraestructuras muy originales, totalmente funcionales y sin límites de espacio.
En cuanto a decoración, la fachada exterior sí está condicionada por las dimensiones y formas del contenedor, pero no el interior. La decoración de interiores encuentra un reto asumible en estas viviendas, en las que prácticamente cualquier estilo en buena armonía ofrece resultados satisfactorios.
Con estas ventajas, las casas hechas con contenedores marítimos se unen a la lista creciente de viviendas que pueden aprovechar elementos reciclados, para minimizar el impacto de la construcción en el medio ambiente y, de paso, conseguir un lugar donde vivir original, sostenible y con un estilo muy especial.