Por otra parte, su ventaja principal es que es 100% reciclable sin perder sus propiedades de origen. Además, en el proceso de su reciclaje se emplea el 5% de la energía que se necesita para su producción primaria y genera unas emisiones contaminantes muy bajas, por lo que es beneficioso para nuestro mediambiente.
Por todas estas razones, en los últimos tiempos ha aumentado el ritmo de su producción y los especialistas consideran que la tendencia va a continuar a corto y medio plazo. Sin embargo, la extracción de este metal no ferromagnético tiene un elevado coste de trabajo y también económico, ya que su disponibilidad como materia prima es limitada.
El reciclaje de aluminio es muy útil desde el punto de vista económico y medioambiental. Esta actividad sigue creciendo a buen ritmo conforme las tecnologías de clasificación evolucionan y cada vez son capaces de mejorar y de hacer más rentables los procesos de reciclado.
La clasificación por sensores se ha revelado como la tecnología más eficiente para reciclar la chatarra de aluminio, ya que su altísima precisión permite a la industria del reciclaje obtener fracciones de este metal que rondan una pureza del 98-99%.
Hay que tener en cuenta que el precio del aluminio varía en función de su grado de pureza, por lo que la mejor clasificación posible garantiza la rentabilidad del producto final.
La tecnología de clasificación basada en sensores se denomina también de separación en seco. Se trata de una tecnología que no requiere de un alto mantenimiento y que combina una elevada precisión con una gran velocidad de procesamiento.
Las principales ventajas de este tipo de tecnología son las siguientes:
- – Polivalencia: permite combinar varios equipos con diferentes sensores y configurarlos para distintas tareas de clasificación. Permite separar materiales por diferentes criterios: por densidad utilizando rayos x de transmisión y también por color mediante cámara de color.
- – Flexibilidad de instalación y funcionamiento.
- – Gran adaptabilidad a diferentes tareas.
- – No requiere uso de aditivos.
- – Elimina el peligro de la contaminación.
Todo ello hace que este sistema resulte más eficiente que otros que se han utilizado para proceder a la clasificación de la chatarra de aluminio, como por ejemplo, la separación por flotación o plantas de medios densos, que se utiliza para separar el aluminio de otros metales no ferrosos. La principal desventaja del sistema de separación por flotación frente al basado en sensores es, precisamente, que no permite la separación de las propias aleaciones de aluminio, diferentes clases de aluminio, entre sí.
Por otra parte plantea el problema de la inversión, que suele ser elevada, requiere de aditivos muy caros, una monitorización continua, aparte de resultar un proceso perjudicial para el medioambiente. Problemas todos ellos que soluciona en gran medida la tecnología de clasificación por sensores.