La protección medioambiental abarca todos los entornos posibles, incluido el propio campo donde los agricultores realizan sus tareas profesionales.
De hecho, el tratamiento óptimo los residuos agrícolas representa una acción de vital importancia para reducir todo lo posible su impacto en el medio ambiente.
¿Qué son los residuos agrícolas?
Los residuos agrícolas son todos aquellos desechos que se han generado a consecuencia de actividades relativas al sector primario. Aquí no solo entra la propia agricultura, sino también la silvicultura (cultivo de bosques y montes).
Los residuos agrícolas pueden derivar de muchas acciones, desde el propio cultivo del campo hasta su limpieza, algunos son estacionales, otros están constantemente generándose, etc.
Si tuviéramos que enumerar los residuos agrícolas más comunes podríamos tener la siguiente lista, que en la práctica dejaría aún a muchos otros desechos o materiales sin incluir:
- Aceites
- Acolchado para suelos.
- Agua de lavado.
- Baterías de vehículos.
- Bombillas y otros elementos de iluminación.
- Combustible.
- Cordelería.
- Envases agrarios.
- Estructuras metálicas.
- Maquinaria agrícola y de labranza.
- Material de riego de los campos.
- Materiales de construcción.
- Neumáticos.
- Palés de madera.
- Pinturas.
- Plásticos de invernaderos, mangueras y otros elementos.
- Productos agrarios desechados u obsoletos.
- Restos de poda y cultivos.
- Sacos para abonos y fertilizantes, normalmente de papel y cartón.
- Tuberías de agua y drenaje.
Por qué es importante la gestión de residuos agrícolas y ganaderos
En cualquier tratamiento no sostenible o ausencia del mismo respecto a los residuos agrícolas y ganaderos, el entorno puede verse afectado de forma muy grave.
Estas son algunas consecuencias que puede causar una deficiente gestión de estos residuos:
- Quemar los residuos: Genera emisiones de gases contaminantes y de efecto invernadero, contamina el suelo y presenta un riesgo de incendio o explosiones.
- Enterrar los residuos: Provoca la contaminación de los suelos y lixiviado de sustancias tóxicas.
- Almacenar los residuos: Sin un tratamiento óptimo, los residuos se degradarán en sustancias contaminantes, generarán lixiviado, pueden provocar incendios y explosiones y contaminar el suelo sobre el que estén depositados.
- Utilizar contenedores de recogida selectiva: Esto puede reducir la eficiencia de este sistema de reciclaje, sobre todo si no se realiza una óptima división de los residuos.
- Abandono en el entorno: Puede hacer peligrar el ecosistema mediante la contaminación de suelos, la degradación de residuos y el lixiviado de sustancias tóxicas, entre muchas otras consecuencias. Además, genera un impacto paisajístico grave.
¿Cómo se deben reciclar los residuos de agricultura?
La normativa actual expone que los agricultores y ganadores son responsables de la gestión de insumos agrarios, es decir que también deben responsabilizarse de los residuos.
En la mayoría de casos deben registrarse como productores de residuos y presentar la documentación necesaria para solicitar la recogida y gestión de los residuos que generan por su actividad.
Desde que se generan hasta que son recogidos, el agricultor debe almacenarlos en unas condiciones óptimas de seguridad e higiene y teniendo en cuenta la tipología de cada residuo.
Por último, el gestor autorizado se encargará de tratar correctamente cada residuo, ya sea mediante su reciclaje, su aprovechamiento energético o como considere mejor.
Consejos para la gestión de residuos plásticos agrícolas
El plástico también es uno de los residuos más importantes en el ámbito agrícola. Igual que sucede en otros entornos, buscar alternativas al plástico para el trabajo en el campo puede ser la clave para reducir o incluso eliminar su presencia.
Mientras tanto el reciclaje es el mejor consejo posible, ya sea reutilizando todos los envases y materiales o bien almacenando el residuo y entregándolo al gestor autorizado, para que le dé el mejor uso posible.