El reciclaje de residuos tiene en el punto limpio un importante aliado, sobre todo para la recogida selectiva de cierto tipo de desechos.
Sin embargo, mucha gente no sabe muy bien cómo funciona el punto limpio, por lo que en este artículo vamos a detallar tanto su modo de operar, como también los tipos de residuo que acoge.
Empezamos con el concepto de estos puntos limpios, que se trata de instalaciones donde se ofrece a los ciudadanos un espacio habilitado específicamente, para la recogida de ciertos residuos que se pueden depositar de forma separada, con el fin de luego aplicar un proceso de reciclaje óptimo.
Funciones del punto limpio
El punto limpio tiene muchas funciones, siendo la primera de ellas incentivar el reciclaje de ciertos residuos, para conseguir con ello ahorrar materias primas y energía, dado que luego son aprovechados en un proceso de reciclado apropiado.
El punto limpio también sirve para evitar el vertido no controlado de ciertos residuos, sobre todo de aquellos que son de gran tamaño y no son recogidos por los servicios de limpieza tradicionales.
Además de estas funciones, el punto limpio también es útil para separar residuos peligrosos que pueden generarse en cualquier domicilio y que, como es lógico, es preferible no tirarlos a un contenedor.
De esta forma, el ciudadano puede acudir al punto limpio más cercano a su domicilio y un profesional en el lugar le explicará cómo proceder al depósito de los residuos.
Las instalaciones están bien señalizadas, para que el ciudadano pueda proceder a este depósito. Luego la empresa responsable se encarga de realizar un proceso de reciclaje apropiado para cada residuo, con el fin de eliminar los desechos peligrosos y aprovechar los materiales útiles.
¿Qué recoge el punto limpio?
Un punto limpio puede recoger los siguientes residuos:
- Aceites minerales o sintéticos de motor.
- Aceites vegetales hasta 10 litros.
- Aerosoles.
- Baterías de coches.
- Bombillas de bajo consumo.
- Cartuchos de tinta de impresoras.
- CDs y DVDs.
- Cristales de ventanas y espejos.
- Electrodomésticos.
- Escombros de obras en domicilios.
- Maderas de hasta 60 Kg.
- Medicamentos.
- Papel y cartón.
- Pilas de distinta tipología, incluyendo las baterías de móviles.
- Pinturas y disolventes (así como sus envases).
- Radiografías.
- Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE).
- Residuos de gran tamaño como puertas o colchones.
- Residuos informáticos.
- Restos de hierbas, siegas, podas, talas, etc.
- Ropa y calzado.
- Termómetros y otros elementos con mercurio.
- Tubos fluorescentes.
- Una amplia variedad de envases (incluidos envases metálicos y envases plásticos contaminados).
- Una amplia variedad de metales.
Como puede comprobarse, un punto limpio permite el depósito de una gran cantidad de residuos, pero no todo es permisible en estas instalaciones. También hay algunos residuos que no son admisibles y que deben reciclarse en otros espacios.
Por norma general, cualquier residuo que no esté entre los anteriormente descritos no es admisible, pero por ser algo más concretos, estos son los que se suele confundir como aptos para un punto limpio, cuando no lo son:
- Material explosivo.
- Material inflamable.
- Material radioactivo.
- Neumáticos.
- Recipientes grandes que contuvieran materiales tóxicos.
- Residuos infecciosos.
- Residuos no identificados.
- Residuos orgánicos.
- Residuos tóxicos y peligrosos.