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Entre los tipos de plástico más utilizados sobre todo en Obra Civil, se encuentra el PVC, siglas de policloruro de vinilo.

Se trata de un plástico que presenta alta resistencia y una baja densidad. Es utilizado sobre todo para fabricar otros materiales como tubos o tuberías, para aislamiento de cables eléctricos o también para la fabricación de otros objetos como los discos de vinilo.

¿Cómo reciclar los tubos de PVC?

La ventaja del PVC en términos de reciclaje es que puede realizarse de muchas formas y, como la materia original, el material resultante sigue siendo útil en muchas aplicaciones.

A continuación repasamos algunas de las opciones más recurrentes a la hora de reciclar tubos de PVC y cualquier otro material con este tipo de plástico.

Reciclaje de PVC mecánico

Este tipo de reciclaje de PVC es el más común en la actualidad. Consiste en la selección de los residuos, para luego molerlos y transformarlos en nuevos productos, aunque en ocasiones se requiere la aplicación de aditivos.

Gracias a este proceso podemos aprovechar el PVC recuperado para crear nuevos tubos de PVC, mangueras, cepillos, piezas de inyección o suelos laminados, entre muchas otras aplicaciones.

Para esta técnica hay que diferenciar el origen del residuo de PVC, ya que puede ser de tipo industrial y haber sido aprovechado desde las materias primas del material o bien como residuo sólido urbano (RSU).

La diferenciación se debe a que las etapas del proceso son distintas, por ejemplo condiciona si se requiere aplicar una limpieza antes de su transformación o no es necesario.

Reciclaje de PVC químico

El reciclaje de PVC químico consiste en someter a los residuos a procesos químicos bajo presión en altas temperaturas.

Con esta técnica se descompone el residuo hasta su estado más elemental, normalmente gaseoso o como aceite y se aplica en ese formato.

Obviamente no es el proceso más extendido de todos, solo algunos países invierten en ello, pero sus innovadoras aplicaciones lo presentan como una original alternativa para reciclar PVC.

Reciclaje de PVC energético

En este proceso se aplica una incineración a los residuos con el fin de obtener energía térmica. Es una técnica bastante extendida en Europa, así como también en Estados Unidos y diferentes zonas de Asia.

Pese a su extensión generalizada en muchos territorios occidentales, el proceso requiere condiciones muy controladas y una inversión tecnológica considerable.

Reciclaje de PVC por disolvente

En el ámbito del reciclaje de tubos de PVC, este proceso es de los más recientes y, pese a sus requisitos, tiene muy buenos resultados.

Consiste en aplicar el residuo de PVC en solventes químicos, capaces de separar el PVC de otros componentes. Luego se provoca su precipitación.

Como en el reciclaje energético, aquí también hace falta una gran inversión y un buen control de todo el proceso, pero se consiguen resultados muy óptimos.

Usos de PVC reciclado

En función del proceso que se haya aprovechado para conseguir el PVC reciclado, su estado permitirá unas aplicaciones distintas.

Se puede aprovechar para reforzar calzados, sobre todo en vías donde haya un profundo desgaste. También es efectivo en juntas de dilatación en losas de hormigón. Los conos de señalización, perfiles, mangueras, tarimas y otros muchos materiales aprovechan PVC reciclado en su composición.