Los electrodomésticos se desgastan, se averían o simplemente quedan desfasados respecto a otros modelos más innovadores y eficientes.
Las calderas de calefacción, pese a que tienen una larga vida útil, también requieren ser sustituidas por nuevos modelos.
En la gestión de residuos del hogar también debemos prestar especial atención a cómo reciclar las calderas, pues tienen componentes valiosos en su interior, pero sobre todo para evitar que un mal tratamiento pueda provocar daños en el medio ambiente.
Tipos de calderas de calefacción
En la actualidad contamos con una amplia variedad de calderas de calefacción, diferenciadas entre ellas sobre todo en la metodología a la hora de calentar.
Las más conocidas son las siguientes:
- Calderas atmosféricas: Aprovechan oxígeno para generar la combustión y tienen su propio sistema de ventilación.
- Calderas con microacumulación: Calderas de gas con depósito propio de almacenamiento de agua caliente.
- Calderas de bajo nox: Modelos específicamente diseñados para reducir la emisión de gases de óxido nítrico (NO) y dióxido de nitrógeno (NOx).
- Calderas de biomasa: Calderas que utilizan biomasa como combustible para generar calor.
- Calderas de condensación: Aprovechan el calor en el humo de la combustión, aumentando considerablemente su eficiencia.
- Calderas eléctricas: Modelos basados en el aprovechamiento de la energía eléctrica para calentar el ambiente y el agua de los hogares.
- Calderas estancas: Calderas pensadas para evitar la pérdida de calor generado y reducir los niveles de contaminación.
¿Cómo reciclar una caldera de calefacción?
A la hora de reciclar una caldera de calefacción tendremos que realizar la misma acción que al reciclar componentes electrónicos, ya que estos electrodomésticos están catalogados como Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE).
Por tanto, tendremos que llevarlos a puntos específicos de recogida para este tipo de residuos o bien dejar el trabajo a profesionales del sector que serán quienes se encarguen de su transporte.
Por lo general, los responsables de la sustitución de la caldera antigua por una nueva, se llevan la que no se utiliza para reciclar de forma adecuada.
¿Cuál es la caldera de gas más eficiente?
De todos los modelos de caldera de gas disponibles, la caldera de condensación es la más eficiente de todas.
El uso de este tipo de calderas puede llegar a reducir en un 70% las emisiones de óxido de nitrógeno (NOx) y dióxido de carbono (CO2).
¿Cuánto se ahorra con una caldera de condensación?
Con una caldera de condensación podemos llegar a ahorrar bastante sobre el suministro de agua caliente. Por ejemplo, llega a un ahorro del 15% al 20% con el agua a 80ºC y de hasta el 30% con el agua a 60ºC.
Obviamente este ahorro en el consumo también va a notarse en la factura energética del hogar. Con un uso eficiente de las calderas de condensación podemos llegar a consumir una cuarta parte menos de energía, algo que notaremos en nuestro ahorro familiar.
Pero el ahorro no es la única ventaja de estas calderas. También son más silenciosas que otros modelos disponibles y permiten una mayor personalización en la regulación de la temperatura y en la potencia, para así poder ajustar su funcionamiento a nuestras necesidades personales.