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Es importante saber de qué están hechas las baterías de los coches eléctricos, porque cada material nos aporta distintas prestaciones.

Dependiendo de este elemento hay tres factores que afectan al rendimiento del coche y que pueden variar:

  • Ciclo de vida: que a largo plazo nos permite saber aproximadamente el número de cargas y descargas con esa batería.
  • Densidad: para calcular los Wh/kg que podemos aprovechar en el vehículo.
  • Mantenimiento: ya que cada tipo de batería de coche eléctrico puede requerir distinta dedicación.

¿Qué materiales se utilizan en las baterías de los coches eléctricos?

En la práctica, la pregunta ¿de qué están hechas las baterías de los coches eléctricos? tiene muchas respuestas y van a seguir ampliándose. La búsqueda por la mejor relación posible entre durabilidad y consumo incentiva a los desarrolladores a encontrar nuevos materiales con los que alcanzar este objetivo.

En la actualidad, los tipos de baterías de coches eléctricos más frecuentes son los siguientes:

Batería de Litio

El litio es uno de los materiales más utilizados en baterías de todo tipo, incluyendo también las correspondientes a coches eléctricos.

Su alta frecuencia de uso también motiva avances en lo que se refiere a reciclaje de las baterías de litio, tanto de vehículos como de teléfonos móviles y de cualquier aparato electrónico que cuente con ellas.

Las baterías de ion-litio (que son las utilizadas en los coches eléctricos) son las más recientes de todas. Tienen mayor densidad energética pese a que su tamaño es considerablemente menor al del resto de opciones. Su durabilidad también es bastante alta.

Hay una variante que es la de batería de litio sin cobalto, que aporta mayor seguridad y estabilidad por su elevada cantidad de hierro, aunque rebaja su densidad energética y tiene un mayor coste de fabricación.

Batería de cobalto

Las baterías que incluyen cobalto están desapareciendo progresivamente del mercado. Este material tiene grandes polémicas en lo relativo a su extracción, porque sus reservas están concentradas en la República Democrática del Congo.

El costo medioambiental y humano han puesto fecha de caducidad a este material y, con ello, a la batería de cobalto.

Batería de Níquel

El níquel es otro material que presenta inconvenientes, sobre todo medioambientales y de salud, en relación a su extracción. Esto también recorta los planes de futuro de la batería de níquel en el mercado.

En cualquier caso, en la actualidad encontramos dos variantes con este material. Por un lado está la batería de níquel-cadmio, con un ciclo de vida bastante alto y la posibilidad de reciclarse por completo.

La otra alternativa es la batería de níquel-hidruro metálico, bastante recurrente en la fabricación de coches híbridos. Tiene un ciclo de vida más limitado y es menos resistente, pero al menos elimina la necesidad de usar cadmio en su diseño.

Batería de plomo ácido

La batería de plomo ácido es la más antigua de todas. Lo cierto es que ofrece un ciclo de vida óptimo considerable, es económica y su mantenimiento es mínimo.

Hoy en día son aprovechadas sobre todo para funciones de arranque, iluminación o para soporte eléctrico. No obstante, su uso es cada vez más limitado.

Aluminio y Cobre

Las estimaciones plantean que las baterías de aluminio y cobre serán cada vez más frecuentes. Son materiales relativamente económicos y con unas prestaciones excelentes para el rendimiento de un coche eléctrico.

Además, también son materiales con un alto índice de recuperación en un proceso de reciclaje óptimo, lo que añade un atractivo adicional para el mercado y una ventaja para el medio ambiente.