El proyecto de investigación y desarrollo Dibbiopack está financiado la Comisión Europea dentro del séptimo Programa Marco. Durante cuatro años han participado en este programa 19 socios de 10 países. El objetivo del proyecto Dibbiopack, coordinado por Aitiip Centro Tecnológico, es el desarrollo de envases multifuncionales de material bioplástico para los sectores que más utilizan este material: el alimentario, el cosmético y el farmacéutico. Cuenta con un presupuesto global de 7,8 millones de euros, de los que la Comisión Europea aporta 5,7.
Este proyecto se enfrenta a grandes retos normativos, tecnológicos, de mercado y medioambientales a la hora de enfocar el desarrollo de los bioplásticos. No obstante, a base de investigación y gracias a la colaboración de entidades e industrias de toda Europa, se han conseguido avances importantes. Según los expertos, el sector bioplástico crecerá un 20% al año durante los próximos ejercicios. Esto puede significar una gran oportunidad de riqueza y empleo, así como una solución en materia de gestión de residuos.
De acuerdo con las previsiones hechas por los especialistas, en 2019 el 80% de los bioplásticos se producirán en Asia. Europa no quiere ni debe quedarse atrás. Por este motivo, el Parlamento Europeo ha adoptado medidas en este terreno y la Comisión Europea señaló al bioplástico como uno de los sectores innovadores y emergentes que deben recibir apoyo legislativo.
El proyecto Dibbiopack se basa en el respeto al Medio Ambiente. Utiliza materiales que provienen de fuentes renovables, teniendo en cuenta su sostenibilidad y los objetivos de la economía circular, con la idea de disminuir el consumo de energía y el uso de materias primas mediante procesos de fabricación más eficientes. Hasta el momento los resultados de su trabajo se concretan en los siguientes logros, que se presentarán en la conferencia final del proyecto Dibbiopack, prevista para el 24 de febrero en Zaragoza:
– Materiales biodegradables y compostables con propiedades mejoradas y perfectamente adaptados a un uso industrial.
– Films biobasados y biodegradables con propiedades barrera mejoradas o antimicrobianas.
– Botellas de material biodegradable y compostable, del menor peso posible, para su aplicación en farmacia que cuentan con etiquetas biodegradables en el exterior y de material que absorbe el oxígeno con efecto sellador en el tapón.
– Envases de uso cosmético con etiquetas biodegradables que pueden colocarse tanto en el interior (efecto antimicrobiano) como en el exterior (uso decorativo o informativo).
– Bandejas de uso alimentario para alimentos preparados con atmósfera interior libre de oxígeno, que han sido fabricadas con material biodegradable y compostable, con etiquetas biodegradables con efecto antimicrobiano en su interior.