El latón y el bronce son dos de los productos más utilizados en nuestra sociedad, por lo que es importante conocer sus propiedades y diferencias.
Latón y bronce y sus diferencias
Sabiendo qué es el latón y qué es el bronce, es fácil diferenciarlos. Ambos proceden de la transformación del cobre por medio de una aleación.
Por un lado el latón es la aleación formada por la combinación de cobre y zinc. Por otro lado, el bronce es una aleación formada por la combinación de cobre y estaño.
El latón tiene un aspecto brillante y destaca por ser maleable y de fácil mecanización. También tiene una conductividad térmica óptima igual que una buena conductividad eléctrica. Además, es resistente a la corrosión y un material de gran durabilidad.
El bronce tiene una gran resistividad eléctrica y unas propiedades físicas que le aportan una gran versatilidad.
Sin embargo, es un material de baja ductilidad y menos maleable que el latón. Su aspecto, además, es más oscuro.
Estos dos materiales se diferencian incluso en el proceso de transformación del cobre. Los dos se realizan por fusión, pero mientras el bronce requiere temperaturas muy altas, el latón necesita todo lo contrario.
Cómo limpiar latón y bronce
Tanto el latón como el bronce son materiales que pueden ensuciarse y presentar un aspecto desgastado.
No es necesario sustituirlos por nuevos materiales, sino que podemos limpiarlos de muchas formas y devolverles su aspecto original.
Para limpiar latón podemos escoger entre los limpiadores certificados de este material que hay en el mercado o usar remedios naturales. De hecho, hay muchas opciones para ello:
- Podemos combinar zumo de limón con bicarbonato de sodio para conseguir una pasta que aplicaremos sobre la superficie. A los 30 minutos enjuagamos con agua tibia y secamos.
- También podemos partir un limón por la mitad y cubrir su superficie con sal. Frota el limón por la zona de latón desgastada exprimiendo un poco de jugo cada vez. Luego aplica agua tibia y seca.
- La combinación de harina, sal y vinagre blanco también nos permite crear una pasta con la que limpiar el talón. Déjala actuar una hora antes de eliminarla con agua tibia y secarla.
Para limpiar el bronce como sucede con el latón, aquí tenemos varias opciones, desde escoger productos del mercado específicos para este material, hasta remedios caseros:
- Rocía en un trapo un poco de vinagre. Pasa el trapo por la superficie de bronce que ha perdido brillo y luego sécalo con otro trapo que no esté humedecido. Es posible que se necesiten varias pasadas.
- En un recipiente con agua pon una cucharada de sal. En otro recipiente con agua pon dos cucharadas de bicarbonato de sodio. Pon la pieza de bronce en el primer recipiente unos 10 minutos. Luego ponla en el segundo recipiente el mismo tiempo. Usa un papel para retirar el óxido acumulado, verás que sale fácilmente.
Aleaciones con latón y bronce
Tanto de latón como de bronce podemos conseguir muchas aleaciones, dependiendo de la proporción de cobre y otros materiales que mezclemos.
En cuanto a las aleaciones con latón estas son algunas de las más conocidas:
- Alfa latón
- Alfa-beta de latón
- Alto de latón
- Amarillo latón
- Baja latón
- Beta latón
- Bronce arsenical
- Cartucho de latón
- DZR latón
- Latón almirantazgo
- Latón aluminio
- Latón blanco
- Latón con plomo
- Naval de latón
Respecto a aleaciones con bronce, de las más recurrentes tenemos las siguientes:
- Bronce blanco
- Bronce estaño
- Bronce manganeso
- Bronce plomo
- Bronce silicio
