Las televisiones actuales son sorprendentes. Hasta 80 y 90 pulgadas en sus dimensiones, un grosor mínimo o inexistente, calidad de imagen QLED, sistema Dolby Atmos de audio y sistemas operativos compatibles con Internet.
Es un futuro deseado por muchos que ya ha llegado a nuestro presente, incluso a precios muy asequibles.
No obstante, antes de dejarnos absorber por el atractivo de estas innovaciones tecnológicas, la mayoría de ciudadanos teníamos televisiones de rayos catódicos, también conocidas como CRT. Tras ellas, algunos consiguieron disfrutar de TFTs, plasma o incluso televisiones de LCD que, a día de hoy, se han quedado obsoletas.
Actualizarse a una nueva televisión es fácil y se ajusta a cualquier presupuesto. Pero todavía queda el problema de qué hacer con una televisión que ya no vamos a utilizar. Por descontado, tirarla al contenedor no es una opción recomendable.
A la hora de reciclar una televisión antigua, debemos entender que se trata de un producto categorizado como RAEE (Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos). En consecuencia se debe tratar en base a lo que la normativa vigente expone para este tipo de residuos, comenzando por llevarlo a un punto limpio.
¿Qué se puede reciclar en el punto limpio?
En un punto limpio, es posible reciclar todos aquellos residuos que no puedes retirar en los contenedores de recogida selectiva.
No obstante, hay que diferenciar también algunos residuos tóxicos y peligrosos, que no deberías retirar aquí, sino en puntos de recogida específica de estos residuos.
De forma general, los objetos que puedes reciclar en estos puntos limpios son los siguientes:
- Aceites de cocina
- Aceites de motor
- Aerosoles
- Baterías
- Chatarra
- Electrodomésticos pequeños y grandes
- Escombros
- Halógeno
- Lámparas fluorescentes
- Medicamentos
- Mobiliario
- Objetos de gran tamaño
- Pilas
- Productos químicos en general
- Residuos de pintura
- Ropa
Reciclar una tv antigua para reutilizar sus componentes
Si nos centramos únicamente en lo que se refiere a una tv antigua, el objetivo de su reciclaje es doble.
Por un lado, evitamos que los materiales que componen estos residuos electrónicos puedan resultar perjudiciales para el entorno en general.
Pero además también podemos aprovechar en muchos casos sus componentes, con el fin de darles una segunda vida útil.
De hecho, una televisión de este tipo tiene múltiples componentes que pueden ofrecer distintos usos, tales como los siguientes:
- Aluminio
- Circuitos internos
- Cobre
- El cristal de la pantalla
- Plástico en carcasas exteriores
No solo es importante reciclar estos componentes, sino que además, sobre todo en las televisiones antiguas, suele haber una gran presencia de plomo. Por tanto, dejar que se descompongan en un vertedero sin mayor control, puede suponer un alto riesgo en términos de descontaminación.
Lo mismo sucede con otros residuos químicos tóxicos que pueden incluir algunas televisiones antiguas. Reciclar todos estos componentes en un entorno controlado es imprescindible, para evitar sus consecuencias sobre el medio ambiente.
Si llevamos estos productos a puntos limpios de nuestra ciudad, posteriormente una empresa especializada en RAEE podrá hacerse cargo de su recogida, tratamiento y reciclaje, de una manera segura para todos y efectiva en términos de sostenibilidad.