En lo referente al caso español, según datos aportados por el Club Español de Residuos, el 70% de los Residuos Sólidos Urbanos (RSU), también llamados residuos domésticos, terminan en el vertedero, por lo que queda desaprovechada la mayor parte de su potencial energético. Un lujo que la gestión de residuos española no se debería permitir.
¿Pero qué entendemos por RSU o residuos domésticos? Son aquellos que se generan en nuestros hogares como consecuencia de nuestras actividades cotidianas, pero también los que son producto de la actividad de servicios e industrias. En esta categoría se incluyen también los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, ropa, pilas, muebles, enseres y escombros de obras menores de construcción y reparaciones.
Según los datos del Banco Mundial que recoge este informe las ciudades a nivel mundial produjeron en 2012 1.300 millones de toneladas de RSU que, según todas las previsiones, alcanzarán los 2.200 millones de toneladas en todo el mundo en el año 2025.
La gestión de este tipo de residuos se centra en la reducción del volumen de basuras y el aprovechamiento al máximo de los recursos. Uno de los objetivos es reducir al máximo la cantidad de basura que acaba en los vertederos.
Sin embargo, en España el 70% de los RSU tienen ese final nada sostenible en el plano medioambiental. Del total de RSU que se procesan a través del tratamiento mecánico y/o biológico en las diferentes instalaciones en todo el país, esa gran parte acaba en el vertedero.
Por otro lado, aproximadamente, el 50,65% del residuo que llega a vertedero está compuesto principalmente por material combustible, por lo que podría ser transformado en combustibles sólido recuperado (CSR) para su valorización energética.
La necesidad de gestión de estos residuos ha aumentado en los últimos años a escala mundial, de forma generalizada en la mayoría de los países, aumentando los costes que se destinan a ello. Ante estos datos se espera también que la inversión en gestión de residuos sólidos crezca de forma imparable en países de nivel económico medio como India y Brasil, e incluso en economías más modestas, como Kenya y Ghana.
La industria asociada a la gestión de residuos alcanza facturaciones de vértigo, sólo en España el volumen de negocio que se deriva de la gestión de plantas de tratamiento y eliminación de residuos urbanos se situó en 1.405 millones de euros en el año 2015.
Hoy en día, el problema que supone el gran aumento de RSU en todo el mundo ha hecho que surjan o se incrementen los trabajos de investigación enfocados a la reducción, reutilización, reciclaje y aprovechamiento de los residuos. Así pues, los investigadores desarrollan nuevas tecnologías encaminadas a paliar o solucionar la problemática.
