El agua es un elemento que siempre debe ser cuidado todo lo posible por parte de las industrias. Por un lado tenemos la huella hídrica, que representa el consumo de agua que supone un proceso productivo. Pero también tenemos el cuidado del agua, que debemos preservar mediante el control o tratamiento de los vertidos industriales.
¿Qué son los vertidos industriales?
Los vertidos industriales son aquellos vertidos que incluyen residuos procedentes de la actividad industrial y que, por su composición, en caso de llegar a cualquier entorno natural pueden suponer un grave riesgo para la salud de los seres vivos y para ese ecosistema en general.
Los vertidos, en realidad, pueden generarse en cualquier sector, ya sean de la agricultura, de la ganadería, de la industria o también en entornos urbanos. Lo importante es intentar reducir su presencia y proceder con un tratamiento oportuno en cada uno de los casos en que tengan presencia.
Tipos de vertidos industriales
Los vertidos industriales se clasifican en función del origen del que derivan, siendo los más importantes los siguientes:
- Automoción: residuos derivados de la industria de la automoción, con presencia entre sus componentes de metales, lubricantes, aceites, combustibles, pinturas y muchos más elementos.
- Construcción: residuos que derivan de proyectos de construcción y que destacan sobre todo por su alto contenido en metales y sólidos en suspensión.
- Fibras químicas: son residuos que suelen concentrar aceites, compuestos orgánicos y otras sustancias diversas, que afectan al oxígeno de las aguas.
- Minería: residuos que derivan de trabajos mineros, también destacables en la presencia de metales pesados y sólidos en suspensión, pero además pueden generar materia orgánica y también cianuros.
- Naval: residuos de la industria naval que sobre todo se concentran en petróleo, disolventes y otros productos químicos.
- Pasta/Papel: residuos de estas industrias con blanqueantes, bases y sustancias que amenazan sobre todo el oxígeno presente en las aguas a las que llega.
- Pesticidas: destacables por los compuestos cancerígenos que pueden causar estos residuos, además de otros contaminantes orgánicos.
- Pinturas y similares: residuos procedentes de pinturas, tintes o barnices en general, que destacan por la presencia de compuestos metálicos como selenio, titanio, estaño, bario, cobalto y muchos más.
- Química: residuos en forma de sustancias químicas como manganeso, fósforo, plomo, plata, zinc, cianuros, ácidos y muchos otros.
- Siderurgia: residuos compuestos principalmente de metales pesados, ácidos, aceites y virutas.
- Textil/Piel: residuos procedentes de industrias textiles o de tratamiento de piel, que contienen sobre todo metales, tintes, grasas, ácidos y disolventes.
Tratamiento y control de vertido industrial
El tratamiento de los vertidos industriales puede hacerse antes de que los residuos lleguen al agua o ya cuando están presentes. Diferenciamos así 4 grandes tipologías de tratamientos:
- Pretratamiento: tratamientos que se basan en eliminar la mayor cantidad de residuos contaminantes que llegan al agua.
- Tratamiento primario: tratamientos físico-químicos, con los que actuar con compuestos de los vertidos industriales como metales, aceites, materiales en suspensión o materia orgánica, entre otros.
- Tratamiento secundario: tratamientos biológicos con los que se intentan depurar las aguas industriales.
- Tratamiento terciario: tratamientos especializados para compuestos orgánicos que no son biodegradables y otras sustancias más resistentes.