En los últimos años, hemos podido notar en prácticamente todo el mundo, una mayor concienciación sobre el problema que genera como residuo el plástico, que acaba en entornos naturales como los fondos marinos.
Muchas compañías nacionales e internacionales, se han volcado en el cambio de sus procesos de producción, para intentar reducir todo lo posible la presencia de plástico en sus productos y servicios.
Sin embargo, ahora se plantea desde la Directiva Europea de Plásticos si la responsabilidad no debiera recaer en los procesos de reciclaje, en lugar de en el producto en sí mismo.
El reciclaje de plástico se estanca en el 30%
Como argumento a favor, la patronal de la pequeña y mediana empresa en Cataluña (PIMEC), ha planteado el problema de que en Europa solo se recicla el 30% respecto a una producción de plástico que ya genera 25,8 millones de residuos.
La idea se planteó en el reciente «PIMEC Fòrum: la desplastificació de la indústria» celebrado apenas unos días y en el que, entre otras cosas, se identificó un problema en el mal uso del residuo, en lugar de directamente responsabilizar su existencia.
Se defiende, por ejemplo, que los polímeros han permitido disfrutar entre la sociedad de beneficios relacionados con la higiene y la salud, pero que la imagen negativa que se ha ido impulsando desde los últimos años, solo lo presenta como algo conflictivo, cuando es un producto de muchas utilidades.
Esto no contradice, no obstante, la defensa del reciclaje, es más, incentiva más la utilidad de la economía circular, como metodología con la que se podría reutilizar y aprovechar una vez más los beneficios que este producto ofrece a la sociedad.
El futuro del plástico, cada vez más cerca
Ahondando en estos argumentos, en el evento profesional se quiso plantear el futuro previsto para el plástico, que cada vez está más cerca de llegar. En concreto se explicó que en el año 2030 el 100% de los productos que sean envases de plástico y se comercialicen en la Unión Europea (UE), deberán ser reciclables y reutilizables.
Pero no hace falta mirar tan lejos para ver los próximos efectos en la producción de este material. En 2021, ya se ha impuesto que no se podrá comercializar una gran cantidad de productos que llevan plástico, como agitadores de bebidas, recipientes en los que guardar alimentos o incluso bastoncillos, cubiertos o platos.
Dentro de esta normativa, también se recordó que, por ejemplo, en 2025 las botellas PET deberían estar fabricadas con al menos un 25% de plástico reciclado.
Todos estos cambios, que van a llegar en los próximos años, se indicó que será responsabilidad mayoritaria de las pymes en la UE, por lo que resulta imprescindible adaptar todos los procesos de producción hacia nuevos estándares que permitan la reutilización de estos envases y cumplir con la normativa de reciclaje en Europa.
La conclusión del evento en este sentido, consistió en que el plástico no es el enemigo, sino su abuso y un desaprovechamiento de sus propiedades por la ausencia de prácticas de reciclaje apropiadas.
