El reciclaje de vehículos tiene muchos beneficios, dado el aprovechamiento que se puede hacer de muchos de sus componentes. Uno de los más importantes es el neumático, cuyo principal componente, el caucho, está demostrando ofrecer una gran utilidad como material reciclado.
Solo en España, la cantidad de neumáticos que dejan de utilizarse llega a las miles de toneladas. Absolutamente todos los vehículos los utilizan, por lo que cualquier sustitución o el propio reciclaje del vehículo, obliga a retirar sus neumáticos.
Dado que hay cada vez mayor cantidad de residuos de neumáticos, queda planteado un problema más allá del reciclaje y es, ¿en qué se destinan sus residuos reciclados?
Un neumático se compone principalmente de caucho, acero y fibras textiles. Si bien los dos últimos materiales tienen muchas salidas tras su reciclaje, se está invirtiendo todo lo posible para conseguir algo equivalente con el caucho.
El caucho en los campos deportivos
Una de las mejores aplicaciones del caucho se ha encontrado en los campos de césped artificial para prácticas deportivas.
De hecho, la cantidad de caucho requerida para estas construcciones ya abarca el 60% de la producción.
Sin embargo, el problema es que el campo de césped artificial no necesita ser sustituido hasta pasados 10 años, por lo que la demanda no cubre todo el excedente de caucho existente, cuando deja de formar parte del vehículo.
El caucho como elemento de seguridad infantil
Por tanto, se están buscando nuevos destinos para el caucho reciclado y el ámbito de la seguridad (desde diferentes sectores) tiene mucho potencial.
El granulado de caucho se ha convertido en un excelente elemento de protección en parques infantiles. De hecho, es cada vez más frecuente encontrar estas características láminas gigantes con baldosas de granulado de caucho bajo todo tipo de columpios y accesorios donde juegan los niños.
El caucho y la seguridad en carreteras
Siguiendo en el ámbito de la protección, el caucho también está probándose como sistema de protección en carreteras. Sustituyen a los tradicionales quitamiedos y, además de ofrecer una efectividad total en caso de colisión, son menos peligrosos sobre todo para los motoristas.
Por cada kilómetro, se aprovecha cinco toneladas de caucho en forma de rodillos de protección. Por tanto, su aplicación en todas las carreteras del país supondría aprovechar una gran cantidad de este material reciclado.
En España, además, se está aplicando esta misma funcionalidad en otro elemento muy común, las señales de tráfico. En ellas se aprovecha más del 50% del material que se obtiene de neumáticos reciclados con caucho natural.
El resultado son unas señales de tráfico menos contaminantes, tanto en su proceso de producción como porque contaminan menos que el aluminio. También son más económicas porque requieren menos mantenimiento. Y, finalmente, son también más seguras. Carecen de los característicos cantos o aristas de algunas señales actuales, que suponen un riesgo en caso de colisión con ellas.
Entre los muchos otros usos potenciales que ofrece el caucho de los neumáticos reciclados, debemos también destacar su posible aplicación sobre las vías ferroviarias. Sustituiría así al tradicional balasto y ofrecería mejor amortiguación y durabilidad, haciendo los viajes más cómodos para los pasajeros y la infraestructura más resistente y con menos mantenimiento.
