No obstante, si comparamos estos datos con la facturación española registrada en el año 2013 en el tratamiento y eliminación de residuos urbanos, observamos un crecimiento notable, ya que en dicho ejercicio se registró una cifra de 1.250 millones de euros, según datos ofrecidos por el mismo observatorio.
Aunque en el periodo que va de 2014 a 2015 hubo un aumento del volumen de residuos que influyó positivamente en la actividad del sector, también se produjo en este mismo lapso de tiempo una enorme presión sobre los precios y la ralentización de inversiones en nuevas instalaciones que frenaron el crecimiento de la facturación sectorial.
El informe muestra a las claras cómo se distribuye el negocio en función de la naturaleza de su capital, si es este público o privado. Según este observatorio sectorial, las empresas de capital privado copan en estos momentos el 80% del mercado, dejando tan solo el 20% del negocio del tratamiento de residuos para las empresas de titularidad pública.
Este informe sectorial prevé un aumento del volumen de negocio bastante moderado, un crecimiento sostenido de en torno al 1% anual de cara a los próximos dos años 2016-2017, con unas cifras de facturación estimadas para el final de ese periodo en unos 1.435 millones de euros.
En España existen hoy en día un total de 375 plantas operativas dedicadas al tratamiento de residuos urbanos (quedando excluidas las estaciones de transferencia), una cifra que también se mantiene estable desde hace ya varios años y que ya registraba en 2013 DBK. En este contexto, el cierre de vertederos se ha visto compensado en los últimos tiempos con la apertura de varias plantas de triaje y producción de compost.
Otra de las conclusiones que ofrece este observatorio es el destacado posicionamiento de las divisiones especializadas en Medio Ambiente de los principales grupos constructores que operan en nuestro país, entre los que se encuentran FCC, ACS, Ferrovial o Sacyr. Por otro lado, entre los operadores de mayor tamaño destacan varias entidades de titularidad pública y empresas que se nutren de capital mixto (público-privado).
Otro de los datos concluyentes es el que se refiere al grado de concentración del mercado. En este sentido, se demuestra que el nivel de concentración del mercado español es alto. Hasta el 70,2% del valor total del negocio se lo reparten entre los cinco primeros operadores españoles en términos de su facturación. Si ampliamos un poco más y consideramos las 10 primeras empresas facturadoras, podemos ver que representan más el 80% del negocio, concretamente el 81,6%.