Recientemente, dicho sistema, que fue fundado en el año 2002, ha alcanzado la cantidad de tres millones de toneladas de residuos recogidos y gestionados en el continente europeo, que es el equivalente a los residuos RAEE que genera la Unión Europea en el transcurso de un año.
El reciclaje de residuos electrónicos contribuye, entre otras cosas, a la mejora del medio ambiente y al ahorro de recursos naturales. ERP destaca entre los principales beneficios medioambientales derivados de la gestión de esos tres millones de toneladas de RAEE, el hecho de haber evitado la emisión de más de 32 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera.
Los RAEE siguen aumentando en todo el mundo, con cerca de 50 millones de toneladas de basura electrónica previstas para este 2018. Según un informe de Global E-waste monitor en el año 2021 se alcanzarán 52 millones de toneladas.
El impacto medioambiental de este tipo de residuos es muy alto, por lo que el ahorro de recursos va a ser fundamental si queremos culminar la transición hacia un modelo de economía circular. En los vertederos las sustancias peligrosas que contienen los RAEE (lixiviados) contaminan el suelo y las aguas subterráneas y actúan de forma muy perjudicial contra el medio ambiente y nuestra salud.
Al respecto, hay que señalar el compromiso adquirido entre el Consejo de la Unión Europea, el Parlamento Europeo y la Comisión Europea acerca del Paquete de Medidas sobre los Residuos, así como la Estrategia europea sobre los Plásticos, dos grandes avances hacia el modelo de Economía Circular europea que van a permitir seguir aumentando la cantidad de RAEE recogidos y gestionados.
En este contexto, el principio de responsabilidad ampliada del productor resulta de importancia capital para que se pueda realizar una eficaz gestión de dichos residuos. ERP apoya las iniciativas de la Unión Europea para reforzar dicho principio y para crear competencia en el mercado de los residuos.
Según este principio, los productores de productos que generen este tipo de residuos quedan involucrados en la prevención y en la organización de su gestión. Esto supone beneficios medioambientales, promueve la innovación, lleva a unos mayores niveles de calidad en su tratamiento y a la generación de recursos más provechosos para el nuevo modelo de economía.
En cuanto a la introducción del principio de responsabilidad ampliada para los vendedores a distancia que venden sus productos de un estado miembro de la UE a otro, se trata de una medida importante para conseguir unas condiciones similares para todos los productores. Sin embargo, desde la ERP se advierte de que falta una definición clara de cuáles son las responsabilidades organizativas de los productores y que esta carencia podría suponer un obstáculo para la competencia al no poder elegir con libertad entre diferentes modelos competitivos.
