Los metales han estado en nuestro día a día desde hace mucho tiempo. Actualmente, sin embargo, no solo nos preocupa el uso que podamos aprovechar de ellos, sino también los efectos que pueden tener, tanto en nuestra salud como en el medio ambiente.
Los metales más utilizados en la vida cotidiana
El hierro es uno de los metales que más utilizamos. Desde estructuras hasta maquinaria, se fabrican con hierro, igual que muchos objetos cotidianos que, como mínimo, cuentan con hierro entre sus elementos.
El cobre es otro de los metales con mayor protagonismo en nuestras vidas. Sin este material no podríamos aprovechar la energía eléctrica como lo hacemos o contar con los cableados actuales.
Está presente en todo tipo de productos electrónicos, desde teléfonos móviles hasta ordenadores o incluso en electrodomésticos.
El aluminio también está muy presente, sobre todo en envases de bebida y alimentos, aunque cada vez se utiliza también más en la industria.
El zinc se utiliza principalmente por sus aleaciones. Lo podemos ver en muchos ornamentos, en joyería e incluso en instrumentos musicales.
Otro de los metales más utilizado es el manganeso, sobre todo por las propiedades de sus aleaciones.
Metales más usados en la industria y la construcción
En la industria y la construcción el hierro, tanto fundido como forjado, está siempre muy presente, tanto por su resistencia como por su adaptabilidad.
El acero es el metal más utilizado de todos y su presencia en infraestructuras es prácticamente insuperable. En cualquier caso, también es el metal más reciclado, gracias a las propiedades que ofrece y a la mayor concienciación social respecto a los beneficios de reciclarlo.
El titanio se presenta como el metal ligero más utilizado, sobre todo en sistemas de calefacción de edificios y construcciones. También está presente en muchas tuberías y techos en general.
El aluminio en construcción está cada vez más presente. Su alta resistencia a la corrosión y su fluidez, son dos de sus principales virtudes en este sector.
El cobre, tal y como hemos comentado anteriormente, está presente en los proyectos de construcción por sus aplicaciones en el cableado eléctrico, aunque también sirve en sistemas de calefacción, trabajos de revestimiento o sistemas de agua de lluvia.
Impacto de los metales en el medio ambiente
Como puede comprobarse, los metales pesados están presentes en nuestro día a día y los usamos, tanto de forma personal, como para proyectos industriales de todo tipo.
Como es lógico, su presencia y su aprovechamiento, tienen un efecto en el medio ambiente que tenemos que gestionar lo mejor posible, si no queremos que la contaminación y sus consecuencias vayan en aumento.
En primer lugar, los metales requieren ser extraídos. Durante este proceso, se afecta al entorno donde se encuentra la materia prima y se contamina por el transporte necesario del material a la fábrica.
Ya en la planta de producción, tenemos que tratar el material original para convertirlo en uno que podamos usar para la fabricación de productos.
Para ello vamos a tener que generar un alto consumo energético, lo que deriva inevitablemente en más emisiones contaminantes.
La gestión de residuos metálicos puede ayudarnos a evitar esta contaminación, este uso desmesurado de consumo de recursos y, además, reduce también los efectos nocivos para el medio ambiente que pueden ocasionar aquellos residuos que no son correctamente tratados y, si es posible, reciclados.
