En el tratamiento de residuos gaseosos se constata una evolución constante del sector, entre otros objetivos con el punto de vista puesto en una mayor sostenibilidad y en el mejor cuidado del medio ambiente que sea posible.
En este ámbito tenemos que hablar de los gases renovables, las ventajas que ofrecen para el efecto invernadero y los distintos tipos disponibles.
¿Qué son los gases renovables? Importancia de su uso
Los gases renovables son todos aquellos que se producen o proceden de fuentes renovables.
Su importancia es clave en la actualidad, ya que contribuyen al desarrollo de una economía circular y a avanzar hacia la neutralidad de carbono, objetivos presentes en el calendario de descarbonización de la Unión Europea planteado hasta 2050.
Ventajas del uso de gases renovables para el efecto invernadero
Una de las principales ventajas de los gases renovables respecto a la energía que procede de combustibles fósiles, es que no emiten gases de efecto invernadero al generar energía. Por tanto, representan una solución limpia con la que se evita la degradación ambiental y que no afecta al cambio climático, entre otros beneficios.
Además, los gases renovables tienen otras ventajas que vale la pena destacar:
- Fomentan el desarrollo de la economía circular.
- Sirven para el almacenamiento de energía renovable.
- Son útiles como sumidero de CO2.
- Aprovechan las mismas infraestructuras que el gas natural, por lo que no requieren inversión en otras nuevas.
- Sus aplicaciones también son idénticas a las del gas natural tradicional.
- Su aprovechamiento contribuye a la mejora de la calidad del aire.
Tipos de gases renovables
En la actualidad, los principales tipos de gases renovables son los siguientes:
Biometano
El biometano consiste en un biogás procedente de materiales orgánicos biodegradables como residuos orgánicos domésticos, residuos orgánicos agrícolas e industriales, deyecciones ganaderas, lodos de depuradora e incluso de cultivos energéticos.
Su aprovechamiento ha ido en aumento en los últimos años, ya que proporciona todas las ventajas que se buscan de los gases renovables y, además, apoya al desarrollo rural y al empleo en entornos agrícolas y ganaderos, donde se encuentran sus principales fuentes de origen.
Hidrógeno Renovable
El hidrógeno renovable, también llamado “gas de electricidad”, consiste en hidrógeno que se ha obtenido de fuentes renovables. Tiene además la característica de poder ser inyectado en la red o también ser aprovechado para generar biometano. Sin embargo, no comparte con este último la característica de poder sustituir al 100% al gas natural.
Su producción se realiza por electrólisis del agua a partir de electricidad excedentaria que, además, procede de fuentes renovables. Este proceso no emite CO2 y consigue transformar el agua en moléculas de gases de hidrógeno y oxígeno.
Como el biometano, el hidrógeno renovable está disfrutando de un impulso destacable en los últimos años.
Gas sintético
El gas sintético, conocido también bajo el concepto de “syngas”, es aquél que se obtiene por un proceso de gasificación térmica de materiales orgánicos, sobre todo lignocelulósicos.
Las fuentes de las que procede principalmente el gas sintético son las siguientes:
- Residuos agrícolas.
- Residuos de jardinería.
- Residuos forestales.
- Cultivos energéticos, forestales o agrícolas.
- Residuos de la industria agroalimentaria.
- Combustible derivado de residuos (CDR).
