La medida conlleva la introducción de un nuevo modelo de gestión de los residuos en los aviones, que consiste en carros compartimentados que facilitan la separación de los residuos, ya sean envases de plástico, latas y briks, envases de papel y cartón, etc.
Los residuos que ya han sido separados previamente en los vuelos se reciben de manera compartimentada en las instalaciones de las que Gate Gourmet, el mayor proveedor mundial independiente de servicios de cáterin y aprovisionamiento para las aerolíneas y los ferrocarriles, dispone en el Aeropuerto Adolfo Suárez-Barajas. Posteriormente, dichos residuos son retirados por el gestor correspondiente, clasificados por materiales y reciclados.
De momento esta iniciativa se ha puesto en marcha tan solo en determinados vuelos nacionales de Iberia, como el puente aéreo Madrid-Barcelona, y en algunas rutas europeas como Londres, Roma, París, Ginebra, Oporto… El propósito es ir extendiendo esta forma de actuación progresivamente a todos los vuelos nacionales y europeos operados por Iberia.
Otro de los responsables de este proyecto es la asociación Ecoembes, organización medioambiental sin ánimo de lucro que promueve la sostenibilidad y el cuidado del medioambiente a través del reciclaje, que realiza el seguimiento de estos residuos para asegurar que se gestionan correctamente.
Por su parte, la Cátedra Unesco de Ciclo de Vida y Cambio Climático de ESCI-UPF se encarga de evaluar la efectividad de este nuevo modelo de gestión aplicado a las aerolíneas, midiendo cuál es la reducción del impacto medioambiental que supone. Los investigadores de esta cátedra utilizan la metodología del Análisis del Ciclo de Vida (ACV), concepto fundamental de la economía circular, la ecoinnovación y el ecodiseño, para conseguir cuantificar cuál es la mejora que este modelo representa para la huella de carbono.
El papel que juega Ferrovial Servicios es el trabajo iniciado para conseguir un tratamiento alternativo para los residuos orgánicos que se originan en los vuelos no comunitarios. De hecho, la próxima fase prevista para este proceso es la implantación de la separación de residuos generados en vuelos de largo recorrido.
De acuerdo con los objetivos que se han establecido para este proyecto se recuperarán el 80% de los residuos generados a bordo de los vuelos de Iberiamediante procesos de reciclado, compostaje o valoración energética. El beneficio medioambiental vendrá de la mano del ahorro de materias primas y del uso eficiente de los recursos naturales.
El potencial de este proyecto también se encuentra en la posibilidad de universalizarlo a todas las compañías de aerolíneas. Según datos de la Asociación Internacional del Transporte Aéreo cada año se generan en torno a 5,7 millones de toneladas de residuos en las cabinas de los aviones de pasajeros.
Este proyecto cuenta con el apoyo del programa LIFE, que depende de la Unión Europea.