Para algunos todavía puede ser difícil de creer, pero nuestros ordenadores y dispositivos electrónicos, incluso los más obsoletos, son pequeñas minas de metales preciosos. Por ejemplo, el oro se utiliza para mejorar la conductividad. La mayoría de nuestros aparatos electrónicos, contienen oro en los chips de la computadora, principalmente en el microprocesador, pero también en la memoria RAM, la placa madre y los discos duros.
La compañía alemana de reciclaje Reimondis, una de las empresas de reciclaje más grandes del mundo, que opera en Europa, África, Asia y Australia, señalaba hace ya 5 años que cada teléfono móvil contiene una media de 23 miligramos de oro. Michael Schneider, su portavoz, declaraba entonces: «A escala mundial se producen anualmente cerca de 1.300 millones de teléfonos móviles y sólo un 10% de ellos son reciclados. Eso significa que la Humanidad está echando por la borda entre 20 y 22 toneladas de oro al año«.
Si atendemos a la composición de la basura que se genera en los hogares, la electrónica es una de las que más ha crecido en los últimos años. Un 25% de la composición de los materiales eléctricos y electrónicos es reutilizable y sus materiales reciclables representan un 72%. Los PC, los móviles y las impresoras son los aparatos electrónicos con unas características potencialmente más reciclables. Si cualquiera de ellos se tira a la basura como un residuo más y no se tiene en cuenta su reciclaje, estaremos contaminando el aire, el suelo y el agua, y perjudicando la salud de las personas, ya que en su composición hay materiales tóxicos como el plomo, níquel, mercurio y arsénico. Por otro lado, olvidamos que en la misma composición intervienen materiales muy valiosos, metales preciosos como el oro, plata, platino o cobre.
Al reciclado de los recursos electrónicos se le conoce también como minería urbana. Se trata de obtener la riqueza de esos residuos para reprocesarla y volverla a utilizar en la industria tecnológica u ofrecerla a los joyeros. Su reciclaje representa la sostenibilidad del proceso, sin tener que recurrir a la extracción primaria. Tenemos que ser conscientes de que los recursos naturales de nuestro planeta son limitados y que la forma más sostenible para volver a disfrutar de todas las prestaciones que nos ofrecen esos dispositivos es el reciclaje.
“En lugar de mirar la basura electrónica como una carga, necesitamos verla como una oportunidad”, señalaba ya en 2013 Alexis Vandendaelen, de la empresa belga Umicore Precious Metals Refining. Él mismo proponía reemplazar el concepto de “gestión de residuos” por el de “gestión de recursos”.
En 2011, la minería urbana representó unos 1.420 millones de dólares de negocio en Europa y Japón. Se estima que, para 2017, alcance los 1.860 millones de dólares.
