A través de un documento de análisis sobre la aplicación de la normativa medioambiental en los diferentes estados miembros, la CE señala que, a pesar de que en los últimos años se han adoptado medidas, sobre todo en el sector de la energía, no se ha avanzado demasiado en materia de fiscalidad medioambiental, un aspecto en el que, según el citado organismo, la recaudación española está por debajo de la media de la UE.
Bruselas considera que existe un margen para revisar los impuestos verdes, sobre todo en sectores como transporte y energía, pero también en el terreno de contaminación y uso de recursos.
Según el citado documento, los ingresos de los impuestos medioambientales españoles en los últimos diez años han sido de los más bajos de la UE. En el año 2014 solo significó un 1,85% del Producto Interior Bruto (PIB), por debajo de la media del 2,46% en el resto de la UE.
En el caso de la gestión de residuos municipales, el documento recoge que el 55% de los residuos municipales sigue depositándose en vertederos, una cifra bastante alejada del 28 % de media de la UE.
Continúa el documento haciendo la consideración de que al ritmo actual del 33% (16% de reciclaje y 17% de compostaje) peligra claramente el objetivo de reciclaje del 50% de los residuos municipales marcado por la UE para 2020. Así pues, España debe intensificar su esfuerzo para alcanzar el citado objetivo.
Es por ello que la CE reclama a España el establecimiento de un impuesto nacional al vertido de residuos o, en su defecto, armonizar a nivel regional la tasa. Además de la puesta en marcha de medidas para mejorar la eficacia de la recogida selectiva de residuos para incrementar las tasas de reciclaje, de intensificar la cooperación entre regiones y el desarrollo completo de los planes regionales de gestión de residuos.
La CE también denuncia a través de este documento las subvenciones a actividades perjudiciales para el Medio Ambiente. España todavía subvenciona los combustibles fósiles, el carbón local, los automóviles de empresa y el gasóleo con respecto a la gasolina. En este sentido se pone de relieve la falta de estrategia de España para conseguir eliminar dichas subvenciones perjudiciales. Una estrategia que el documento anima a impulsar como una medida positiva para España.
Además, propone que España saque más partido a su capital natural de enorme valor, que priorice y refuerce la ecoinnovación y la eficiencia en el uso de los recursos, que afectará positivamente tanto a la gestión de residuos como a la de agua. Al respecto también alude a la difusión de buenas prácticas utilizadas en zonas de escasez de agua y fomentar la reutilización de aguas residuales.
