El problema del plástico sigue creciendo en todo el mundo. En todos los entornos. El objetivo que ya se plantea prácticamente de forma unánime es la desaparición total del plástico como residuo, con las bolsas de plástico como principal exponente.
Para ello, la normativa sigue actualizándose y la ley aplicándose de forma progresiva, con el punto de mira en el ambicioso proyecto de 2021. Mientras tanto, en el mar el problema del plástico sigue en alza y, pese a las constantes medidas de retirada de residuos y propuestas de reciclaje, todos nos estamos viendo afectados.
La ley de 2021 contra las bolsas de plástico
El mes de mayo de 2018 se comunicó de forma oficial, desde el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, que el Real Decreto por el que se prohibiría totalmente las bolsas de plástico ya se había aprobado.
La evolución de la normativa vigente presentaba el año 2021 como reto principal, pero sus consecuencias eran inmediatas.
De hecho, desde el 1 de julio de ese mismo 2018, es obligatorio cobrar por las bolsas de plástico en cualquier establecimiento del país. Solo están exentas de este cobro las bolsas que sean de plástico, categorizadas como muy ligeras y que estén destinadas a alimentación.
En todo caso, el objetivo clave es 2021. Ese año es el que se ha marcado para, directamente, prohibir la venta de bolsas ligeras (aquellas que tienen entre 15 y 50 micras) y muy ligeras (aquellas que tienen menos de 15 micras) de plástico que no hayan sido fabricadas con características biodegradables.
Es un verdadero reto para las empresas fabricantes, que deben invertir lo que haga falta para poder crear bolsas biodegradables, si quieren seguir participando en el sector.
Mientras tanto, el avance contra el plástico continúa. En enero de 2020 está previsto que las bolsas de plástico fragmentables desaparezcan, por lo que estarán prohibidas. De forma similar se quiere que las bolsas de plástico consideradas muy gruesas, lleguen a contar con al menos un 50% de material plástico reciclado. Con ello se busca fomentar el reciclaje actual que motivamos desde empresas como Derichebourg España, así como también potenciar que en el futuro las bolsas estén fabricadas cada vez con mayor cantidad de materiales reciclados.
El problema mundial de la acumulación de plásticos
Las medidas son drásticas, pero todo el mundo coincide en que son completamente necesarias. Un informe reciente de National Geographic identifica que el 95% de los residuos que acaban en el Mar Mediterráneo son plástico.
Por tanto, está claro que es el residuo más importante de los que actualmente afectan al entorno marino, pero no solo a nivel porcentual, sino también cuantitativo.
Se calcula que cada año llega al mar hasta 8 millones de toneladas de plástico. Esta cifra la ha confirmado el informe Mar de plásticos que la Fundación Aquae ha elaborado. Según los datos recogidos, cada 30 centímetros de costa hay 5 bolsas llenas de plástico.
Es preocupante, no solo por la suciedad del entorno marino, sino también por cómo afecta a las especies de ese hábitat y, de forma inevitable, a los seres humanos.
La Universidad de Newcastle en Australia, ha elaborado otro informe motivado por la organización sin ánimo de lucro WWF, que expone que hay tanta contaminación de plástico en el mar, que finalmente hemos terminado consumiéndolo.
Este informe llega a asegurar que cada semana las personas podemos llegar a ingerir hasta 2.000 piezas de plástico de tamaño indetectable. Todo junto llegaría a pesar 5 gramos.
La presencia de plástico está principalmente en el agua y advierten que está tanto en el agua del grifo como la embotellada. Otros productos como mariscos, la cerveza o incluso la sal, también han registrado restos de plástico.