La pérdida de entornos forestales en el mundo sigue aumentando. Desde para obtener pasta de madera hasta el aprovechamiento del suelo para otras actividades, la tala de árboles es cada vez un mayor problema que hay que afrontar.
La deforestación tiene graves implicaciones, sobre todo relacionadas con el efecto invernadero y el calentamiento global. La propia acción de tala de árboles genera importantes cantidades de emisiones contaminantes y la reducción de plantas supone un descenso en la efectividad de absorción de CO2 y generación de oxígeno.
Para paliar estos efectos, una estrategia que ofrece buenos resultados es la reforestación.
¿Qué es la reforestación?
La reforestación consiste en repoblar aquellas zonas que sufren deforestación, con el fin de recuperar áreas de bosque o espacios verdes.
Con la reforestación conseguimos muchos beneficios. Por ejemplo, se aumenta el nivel de nutrientes en el suelo y se mejora su función de absorción de dióxido de carbono, al mismo tiempo que se incrementa la generación de oxígeno.
La reforestación también ayuda a restablecer la pérdida de biodiversidad y a revertir la erosión del suelo.
En general, permite crear un entorno más habitable y saludable para el ser humano, incluso reduciendo la transmisión de enfermedades infecciosas.
Tipos de reforestación
Hay dos tipos de reforestación, la urbana y la rural, aunque dentro de cada una de ellas encontramos muchas modalidades.
La reforestación urbana es la que se realiza en ciudades y puede tener muchos objetivos, aunque el más importante es mejorar la calidad del aire.
También ayuda a combatir el calor por la acción de modificar el clima que consigue, aumenta las zonas de sombra y puede servir con fines estéticos.
La reforestación rural es la que se realiza sobre zonas deforestadas y consiste en la plantación masiva de árboles.
Normalmente se escogen plantas autóctonas, pero también se puede elegir otro tipo de plantas y árboles que crezcan más rápido y puedan ofrecer mayores beneficios al entorno sobre el que se plantan.
La reforestación rural puede tener fines de conservación, de restauración de la zona, pero también objetivos agroforestales y de producción.
Diferencias entre reforestación y forestación
En lo referente a ampliar las zonas verdes del planeta, tenemos sobre todo dos conceptos clave, el de reforestación y el de forestación, que vale la pena distinguir.
Por un lado la reforestación consiste en la recuperación de plantas en una zona donde antes había población de árboles que por alguna causa se ha perdido, ya sea por acción humana de tala de árboles o a consecuencia de un incendio, entre muchas más.
Por otro lado, la forestación consiste en la plantación de en una zona donde originalmente no había árboles, pero que se quiere aprovechar ahora para que sí cuente con ellos.
¿Cómo se produce la reforestación natural?
La reforestación puede ser natural o artificial. El método «artificial» es aquél promovido por el ser humano, con la acción práctica de preparar la zona de plantación y plantar directamente en ella.
La reforestación natural se basa en conseguir las condiciones idóneas en la zona para que las semillas de los árboles germinen en el interior del bosque de manera natural, sin una acción específica de plantación.