Sin embargo, esta cantidad es sensiblemente inferior en las ciudades de menos de 50.000 habitantes y bastante superior en las capitales de provincias. Así que una de las conclusiones principales que el estudio pone de relieve es una notable disparidad entre municipios españoles en la cantidad que paga cada hogar por dicha tasa.
El artículo, que lleva la firma de Ignasi Puig y Sergio Sastre, de la Fundación ENT (Innovació Ambiental al Servei de la Societat), ha analizado de forma minuciosa las tasas de residuos en 125 municipios españoles, incluidas todas las capitales de provincia, en el periodo de 2015, tanto en domicilios como en comercios.
Para los ayuntamientos, el servicio de recogida y residuos urbanos es de los más importantes en cuanto a dotación presupuestaria. Este servicio es de prestación obligatoria y tiene unos elevados costes. Por eso, la tasa de residuos es la que más recaudación supone para los municipios y otras entidades locales.
Por otro lado, las tasas de residuos pueden ser unos de los instrumentos más eficaces para conseguir fomentar las buenas prácticas medioambientales entre la ciudadanía en lo qu ese refiere a prevención y reciclaje de residuos.
Legalmente, las tasas de residuos permiten que sean los propios municipios los que establezcan de definir el grado de cobertura a alcanzar sobre los costes del servicio. Al no existir un porcentaje de cobertura establecido, esto favorece la dispersión de las cuotas.
En un 44% de los municipios que han sido objeto del estudio se aplican cuotas fijas, los criterios impositivos no dependen de la generación y gestión de los residuos. Al aplicar cuotas fijas, esto beneficia a los que menos y peor reciclan, ya que implica que los ayuntamientos que reciclan más y generan menos residuos subvencionan a los que son menos eficientes en este terreno.
En líneas generales, se trate de tasas variables o fijas, en España no se aplican criterios de naturaleza ambiental en la articulación de las tasas. En lo que se refiere a las tasas comerciales dependen sobre todo de la actividad y de la superficie del comercio en cuestión. Además, no es frecuente que se apliquen beneficios fiscales a los comercios que demuestren seguir unas buenas prácticas de reciclaje.
Por otra parte, las tasas de pago por generación son todavía minoritarias en España; sin embargo se están generalizando en otros países europeos. Por lo tanto, lo más probable es que los españoles sigamos esta tendencia en el futuro.
Según los autores del estudio sorprende la enorme disparidad de tasas entre municipios, que hace difícil establecer criterios comparativos. Por otro lado, recalcan que las tasas de residuos están siendo desaprovechadas como herramienta fiscal para mejorar la gestión de los residuos municipales.
