El reciclaje de envases y embalajes es uno de los más importantes que debemos realizar en la actualidad. De él depende que el medio ambiente sufra menos contaminación y que podamos vivir en un entorno saludable.
No obstante, hay envases y embalajes que contaminan más que otros. El plástico, por ejemplo, es el material utilizado en envases que más contamina del planeta.
En el otro extremo tendríamos al cartón, considerado por algunos estudios como el material de envasado más ecológico que existe.
Por hacer una comparativa práctica, si identificamos el daño que causa en la capa de ozono el plástico y el que provoca el cartón, el primero hace un 87% más de daño que el segundo.
La concienciación sobre la protección del medio ambiente y el hecho de que el cartón sea hasta un 40% más económico en embalajes y envases, está motivando la sustitución del material de plástico por alternativas como el cartón o el papel.
Recipientes de plástico y su proceso de reciclaje
Lo curioso es que el plástico es reciclable. Es decir que podríamos evitar la situación actual si, además de producir y consumir menos plástico, tuviéramos recursos y capacidad para un reciclaje óptimo de estos envases.
Por esto es tan importante la acción de cada persona en las opciones de recogida selectiva que nos ofrecen, por ejemplo, los contenedores de color amarillo.
No obstante, en estos contenedores hay más residuos, como envases metálicos y briks. Por eso el primer paso tras la recogida y transporte de los materiales es la clasificación entre envases ligeros, plásticos y briks.
Una vez separados los residuos, podemos aprovechar el reciclaje de plástico de acuerdo al tipo de resina utilizado.
En la actualidad encontramos así 3 tipos diferentes de reciclaje de plástico:
- Reciclaje mecánico: Se separan los plásticos por clase, se lavan y trituran, hasta que pueden ser utilizados para la creación de nuevos materiales.
- Reciclaje químico: Se degrada el plástico con calor hasta convertirlo en moléculas simples.
- Recuperación energética: Se convierte el plástico en combustible, con el que podemos generar energía.
¿Cómo contamina el plástico?
El plástico contamina de varias formas en el medio ambiente. La más conocida es por su presencia física.
Los residuos de plástico en el mar, por ejemplo, están abarcando excesivo terreno y afectando a los ecosistemas en cada entorno. Las especies marinas se enredan en estos plásticos o incluso los consumen y en consecuencia se mueren.
Además, el plástico también puede generar emisiones contaminantes, tanto en su fabricación industrial, como cuando se quema. Por estos motivos se considera que es uno de los materiales que afecta más negativamente al medio ambiente con sus emisiones.
El plástico en la contaminación terrestre también es un factor preocupante hoy en día. Su acumulación en vertederos no preparados para su aislamiento total, permite la creación constante de toxinas y lixiviados, que afectarán tanto al entorno de la zona, como incluso a poblaciones cercanas, conforme vaya creciendo su presencia y descomposición.
