Ecoembes es la organización sin ánimo de lucro para el cuidado del Medio Ambiente, el reciclaje y el ecodiseño de envases. Por su parte, Envera es un centro especial de empleo que facilita la incorporación al mercado laboral de personas discapacitadas y las atiende a lo largo de toda su vida.
Derichebourg España pertenece a la red de empresas colaboradoras con este proyecto y participa de forma activa en este programa de reinserción sociolaboral en gestión y tratamiento de residuos. Se trata de una iniciativa en la que las empresas colaboradoras materializan su Responsabilidad Social Corporativa demostrando a la vez su compromiso medioambiental y social, al acoger en sus instalaciones a varios de los alumnos del programa.
“Reciclar para cambiar vidas” forma cada año alrededor de 800 personas discapacitadas o en riesgo de exclusión social e incluye 80 horas de prácticas laborales en empresas del sector de los residuos. A lo largo de todo el periodo, los participantes en este curso aprenden a realizar el trabajo de triadores, peones de recogida de residuos, mantenimiento de puntos limpios, etc.
El programa cuenta con el apoyo personalizado de un técnico experto en inserción laboral para cada empresa colaboradora, que presta asesoramiento continuo durante todo el proceso, además del respaldo constante de Ecoembes.
Ecoembes fue galardonarda en el pasado año 2015 por este proyecto social dentro de los Premios Empresa Social, convocados por la Fundación Mundo Ciudad. Los orígenes de esta veterana iniciativa se remontan al año 2008. A lo largo de los últimos años han participado en su programa de formación más de 1.500 personas. Con cada nueva edición, Ecoembes renueva su esfuerzo para incrementar la colaboración con empresas del sector que estimulen la contratación de los alumnos que participan en el programa. El compromiso de la organización con el estímulo de la formación y la integración laboral de este colectivo es absolutamente firme.
Según Francisco Ariza, director de Responsabilidad Social Corporativa de Ecoembes, en programas como “Reciclar para cambiar ideas” se pone de manifiesto el inmenso poder de la colaboración. Según sus palabras, el esfuerzo y el compromiso de todos los socios y empresas colaboradoras que se han sumado al proyecto son los que consiguen proporcionar una segunda oportunidad, a través del reciclaje, a muchas personas discapacitadas o de colectivos desfavorecidos.
Además, en lo que respecta a las empresas colaboradoras procedentes del sector del reciclaje, mediante proyectos como éste, dichas empresas pueden influir de forma muy positiva en la vida de las personas que más lo necesitan y en su entorno, a través de la actividad que constituye la base del trabajo cotidiano de nuestro sector: reciclar.
