Se trata de una innovadora tecnología de tratamiento con microondas para baterías de iones de litio (Li-ion). Este tipo de baterías se encuentran ampliamente extendidas en smartphones y ordenadores portátiles.
El proceso que se sigue en esta investigación incluye un tratamiento previo de descarga y procesamiento mecánico y la posterior introducción de este material en un horno microondas. Toda esta técnica permite, finalmente, la producción de “material sin electrolitos para el tratamiento hidrometalúrgico posterior para la recuperación de metales (como cobalto, níquel, manganeso, litio) y grafito”.
Algunas de las materias primas recuperadas, caso del cobalto y el grafito, son muy importantes ya que se usan para la producción de una extensa gama de productos y aplicaciones, entre otros los pertenecientes a altas tecnologías e innovaciones emergentes.
Tras el reciclaje los diferentes materiales que se obtienen tienen una segunda vida útil. En función de la calidad del material resultante, el cobalto se utiliza después en la industria de las baterías y del acero. Por su parte, el grafito es un material cuyo reciclaje resulta bastante más limitado pero su papel es crucial una vez recuperado en diferentes aplicaciones industriales, fabricación de acero, teléfonos móviles y baterías de iones de litio.
Los expertos calculan que un solo teléfono móvil puede albergar hasta 50 metales distintos (entre otros, cobre, oro, plata, hierro, níquel, zinc, plata, rodio, paladio, berilio, magnesio, molibdeno, vanadio, cobalto, carbonato de calcio, carbonato de sodio, mica, talco, boratos, caolín, wollastonita, cuarzo y feldespatos), que le confieren sus características de ligereza y facilidad de uso. Las materias primas fundamentales no se pueden reemplazar en paneles solares, turbinas eólicas, vehículos eléctricos y la iluminación energéticamente eficiente. Por este motivo, tienen capacidad para la lucha contra el cambio climático.
Como explicábamos al principio el objetivo del este proyecto financiado con fondos europeos llamado CloseWEEE es el incremento del alcance y la rentabilidad de los materiales que se obtienen del proceso de recuperación de los flujos de RAEE.
Según las estadísticas, Europa es la segunda región productora de residuos electrónicos después de Asia. Mientras el llamado viejo continente produjo en el año 2016 12,3 millones de toneladas (MT), Asia generó 18,2 MT. A pesar del endurecimiento de la legislación, los informes nos indican claramente que a escala global tan solo se recogieron y reciclaron 8,9 MT, una cifra que tan solo alcanza un porcentaje de un 20%.
Este mismo proyecto ha contribuido recientemente a la producción de un compuesto de acrilonitrilo butadieno estireno de alto brillo. Un compuesto de gran calidad y adecuado para aplicaciones en nuevos equipos, que se ha conseguido a través de materiales reciclados que proceden de residuos de pequeños electrodomésticos.