Cuando acaba la vida útil de los neumáticos, la opción más ecológica y sostenible es reutilizarlos para la fabricación de nuevos neumáticos. Supone varias ventajas medioambientales, como el ahorro en emisiones de gases CO2 a la atmósfera y el de consumo de petróleo.
Sin embargo, si no es posible realizar este reciclaje llamémosle “puro”, existen otras alternativas como las que citábamos antes, de realizar el reciclaje a partir del caucho original del neumático.
Por ejemplo, una de las más conocidas es su empleo para superficies de pistas de atletismo. En este caso los neumáticos se convierten en granulado de caucho para utilizarlos como tartanes para la pavimentación de estas pistas deportivas. Estos tartanes se componen en un 75% del material triturado proveniente de los neumáticos en desuso. El producto resultante es muy resistente y sostenible, confortable para el atleta en la pista y que además reduce el riesgo de lesiones.
Para hacernos una idea, 8.000 neumáticos fuera de uso (NFU) para reciclar servirían para cubrir una pista olímpica de atletismo de 8 calles y 400 metros de longitud. Así se podrían evitar 490.000 kg de emisiones de CO2 a la atmósfera y se produciría el ahorro de más de 84.000 litros de petróleo.
Otra de las aplicaciones más comunes del reciclaje de neumáticos es el relleno de campos de césped artificial, sustitutos de los campos de hierba, para los que se utiliza un relleno hecho de gránulos de caucho. Una práctica que también aporta a los terrenos de juego un mayor confort y seguridad y reduce considerablemente el consumo de agua.
Todos esos suelos de seguridad que vemos desde hace ya unos años en los parques infantiles y otras áreas de juego se construyen con un material que evita que los niños se puedan hacer daño. En su elaboración se utiliza una mayoría de granulado procedente de neumáticos reciclados.
También en jardines y rotondas podemos encontrar material construido en parte con neumáticos en desuso. Esta aplicación tiene un carácter más ornamental y también supone una reducción de consumo de agua de riego.
Los NFU también se utilizan para las barreras de protección en circuitos de seguridad, ya que poseen una gran capacidad de absorción de energía y una gran resistencia a la intemperie. Se utilizan tanto en la construcción de barreras de protección de barcos y muelles como en muros para protección en circuitos de automovilismo. En este caso, el material que se utiliza es el NFU entero. Los neumáticos tienen que ser seleccionados antes de su colocación en la barrera, para cumplir con la normativa de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA).
Otra aplicación frecuente de los neumáticos reciclados es la fabricación de suelas de calzado. Resisten muy bien el desgaste y destacan por agarrarse a cualquier tipo de suelo o superficie. También se utiliza el caucho reciclado de los neumáticos NFU para las plantas ferroviarias.
Estas son sólo algunas de las posibilidades de reciclaje que existen a partir de NFU.
