La de los puntos limpios es la opción correcta para aprovechar los materiales a los que se pueda dar una segunda vida de los diferentes productos que se desechan. Estos puntos limpios deben aceptar todo tipo de residuos (grandes y pequeños electrodomésticos, aparatos electrónicos, pilas, baterías, cartuchos de impresora, bombillas, etc.)
Normas de los puntos limpios
Las autoridades deben velar por el cumplimiento de las siguientes normas generales en los puntos limpios.
- Acceso a las instalaciones: deben ser lugares de fácil acceso, bien señalizados, perfectamente reconocibles desde el exterior, contar con holgados horarios de apertura, permitir el acceso con vehículo s para aquellos casos en los que se trate del depósito de materiales voluminosos…
- Buen estado de las instalaciones: deben contar con unas características de limpieza adecuadas, con contenedores en orden y sin restos de desechos en el suelo.
- Ayuda técnica: estos centros deben contar con personal técnico que nos ayude y nos guíe para el depósito correcto de cada residuo. Deben existir normas a disposición de los usuarios o paneles informativos, y un sistema de identificación para los contenedores.
- Recogida de todo tipo de residuos domésticos sin coste para el ciudadano: los puntos limpios deben recoger cualquier producto, sea cual sea su tamaño o tipo (no importa que sean voluminosos o que se trate de productos químicos, la normativa indica que están obligados a recogerlos).
Tampoco deben poner limitaciones a la cantidad de residuos, ni poner una tarifa a partir de una determinada cantidad. - Normativa para RAEE (Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos): en este aspecto, todos los puntos limpios deben ajustarse a la nueva normativa del Real Decreto 110/2015. Deben preguntarnos a su recepción si los aparatos funcionan o no de cara a priorizar la reutilización, deben contar con una zona específica de almacenamiento para RAEE que cuente con techado y suelo impermeabilizado, una báscula para pesado, entregarnos un justificante de entrega, etc.
Desgraciadamente, no todos los puntos limpios que encontramos en nuestro país cumplen con estas normas. En líneas generales, no están preparados para que los ciudadanos depositen sus RAEE, sino para que sea lanzado a los contenedores con lo que se rompe dicho aparato. Esto imposibilita su reciclaje y además puede resultar contaminante al emitir sustancias peligrosas al medio ambiente.
Otra de las normas que suelen incumplir los puntos limpios es llevar un registro electrónico de estos residuos que garantice la trazabilidad. Por lo demás, otra de las cosas que no siempre se cumple es que la zona destinada al almacenamiento de estos residuos no está acondicionada debidamente, no tiene las condiciones de seguridad establecidas por la normativa.
