El hecho es que los escasos ejemplares de gorilas de montaña conocidos como Gorilas de Grauer (Gorilla beringuei graueri) que se encuentran en la Republica Democrática del Congo están amenazados principalmente por la constante extracción de metales que se realiza en estas montañas, destruyendo su hábitat.
De acuerdo con la investigación llevada a cabo por la Universidad de Australia del Sur, titulada “They calling on you”, estos metales especiales se destinan a la fabricación nuevos smartphones en todo el mundo.
La citada universidad y Zoos Victoria, una organización de conservación que funciona como un zoológico, formada por tres propiedades reconocidas a nivel mundial que se encuentran ubicadas en el estado australiano de Victoria, con la colaboración de los zoológicos de dicho país, han lanzado un programa para incentivar el reciclaje de teléfonos móviles usados que ayude a frenar la extinción de centenares de gorilas.
Si se reciclan estos dispositivos se pueden reciclar los valiosos metales que se utilizan para su fabricación, el caso del oro y el coltán. Se calcula que reciclando 40 móviles se consigue recuperar un gramo de oro evitando con ello la destrucción de la selva en la que habitan las últimas poblaciones de esta clase de primates.
Dentro de este programa, el público de los zoológicos recibe información sobre el valor del reciclaje de viejos móviles para extraer los metales especiales que se utilizan en la construcción de estos aparatos.
La doctora Carla Litchfield, psicóloga de conservación de esta universidad y experta en grandes simios, la posibilidad de recuperar oro y coltán hace que se rebaje el incentivo de extracción natural de estos minerales que provoca la destrucción del ecosistema de los gorilas.
También observa esta investigadora que las ventas de teléfonos móviles siguen en aumento, y que determinados modelos cada vez incluyen un mayor contenido de oro. En este contexto, hay que tener muy en cuenta que las perspectivas para las fuentes naturales de oro son que se agoten hacia 2030.
Sin embargo, los usuarios se encuentran con diversos problemas a la hora de plantearse reciclar sus teléfonos móviles: por un lado, faltan puntos de reciclajede residuos electrónicos en muchos países; por otro, existe bastante secretismo en cuanto a la composición mineral de estos dispositivos, y en tercer y cuarto lugares la propia preocupación del usuario por el hipotético acceso a sus datos antiguos, y el deseo de acaparamiento.
Ya en el año 2009, otra gran experta en primates, Jane Goodall, puso en marcha una campaña nacional de reciclaje de móviles en el zoológico de Melbourne, para concienciar sobre la relación entre el reciclaje de estos dispositivos, la extracción minera de la República Democrática del Congo y la destrucción del hábitat de los gorilas y su grave peligro de extinción como especie. El gorila de Grauer ha perdido el 77% de su población en los últimos 20 años.
Cinco años después, en 2014 los visitantes del zoo habían donado más de 115.000 móviles en respuesta a esta iniciativa, algo que puede parecer insignificante en el contexto mundial pero que cobra mayor importancia si se tiene en cuenta que la iniciativa estuvo enmarcada en un estado de 6 millones de personas. La idea es intentar lanzar la campaña a escala mundial.