El reciclaje de fibra de carbono es posible y, de hecho, muy recomendable por los múltiples beneficios que nos aporta.
La fibra de carbono consiste en una fibra sintética de filamentos muy finos de entre 5 y 10 micrómetros de diámetro, construidos principalmente por carbono.
Este material destaca por la resistencia mecánica, térmica y química que es capaz de ofrecer, así como también por su conductividad térmica y por ser un material no corrosivo. Sus propiedades lo hacen idóneo para aplicar en distintas industrias, desde la espacial y la aeronáutica hasta la automovilística, entre otras.
Cómo es el proceso de reciclaje de la fibra de carbono
Con una recogida apropiada de fibra de carbono usada, es posible aplicar a estos residuos un proceso de reciclaje efectivo, con el que recuperar buena parte del material, con diferentes usos prácticos.
Se puede reciclar la fibra de carbono mediante el proceso de pirogasificación. Con él se descompone la fibra de carbono en gases combustibles y combustibles líquidos, que luego pueden ser utilizados como fuentes de energía.
La fibra de carbono también se recupera en forma de fibras largas y se puede someter a un proceso de limpieza para conseguir con ello eliminar cualquier impureza. De hecho, incluso pueden ser tratadas para mejorar sus propiedades mecánicas.
La fibra de carbono reciclada puede mezclarse además con otras nuevas resinas o con otros materiales y de esta manera crear nuevos productos.
¿Por qué es importante reciclar la fibra de carbono?
Igual que sucede con la fibra de vidrio, el reciclaje de fibra de carbono es útil por muchos motivos. El primero de ellos está relacionado con la resistencia propia de este material. Puede llegar a tardar hasta 100 años en degradarse, por lo que la presencia del residuo en entornos naturales puede ser notable y generar efectos muy contraproducentes.
El reciclaje de fibra de carbono también supone reducir la cantidad de residuos generados por fabricar fibra de carbono totalmente nueva y reduce las emisiones de carbono asociadas.
Esto conlleva beneficios medioambientales y económicos, ya que la empresa reduce costes asociados al uso de materia prima nueva.
Aplicaciones de la fibra de carbono reciclada
Hay un aspecto clave en el planteamiento de si se puede reciclar la fibra de carbono y es que el material reciclado mantiene prácticamente intactas todas sus propiedades.
Por tanto, podemos usar fibra de carbono reciclado para los mismos fines que el material original, pero con todos los beneficios que ofrece este proceso.
Estos son algunos de los usos prácticos que podemos aprovechar con fibra de carbono reciclada:
- Fabricación de componentes de la industria aeroespacial (está presente en paneles de aviones y cohetes).
- Fabricación de piezas para la industria automotriz (por ejemplo, en carrocerías de automóviles, chasis de motocicletas, etc.)
- Elaboración de estructuras para la industria de la construcción (hay fibra de carbono en puentes y edificios).
- Fabricación de equipamiento deportivo (raquetas de tenis, palos de golf, bicicletas, tablas de surf).
- Fabricación de material electrónico (carcasas de teléfonos móviles o de ordenadores portátiles).