Los residuos municipales también llamados residuos urbanos, representan un ámbito muy amplio importante dentro del sector del reciclaje. Te contamos en qué consisten, cómo se clasifican y qué gestión se hace con ellos.
¿Qué son los residuos municipales?
Podemos identificar residuos municipales como todos aquellos cuya recogida, transporte y tratamiento es responsabilidad de las entidades locales.
Por lógica, son residuos que se generan en las ciudades y que su retirada, desde el punto de vista doméstico, se realiza también en zonas urbanas.
Tipos de residuos municipales
La clasificación de residuos municipales es la siguiente:
- Maderas
- Materia orgánica
- Metales
- Papel y cartón
- Plástico
- Residuos de composición variada
- Textiles
- Vidrio
Residuos sólidos municipales: 4 ejemplos cotidianos
Los residuos que se generan pueden estar en estado líquido, gaseoso o sólido. Los que denominamos como «residuo sólido municipal» se generan tanto en las viviendas como en establecimientos como una tienda o en oficinas.
Tenemos infinidad de ejemplos de residuos sólidos, sin embargo si nos adentramos dentro de su propia calificación, es más fácil diferenciarlos.
Residuos sólidos ordinarios
Se engloba en este grupo a todos los residuos que se generan de forma rutinaria por la actividad diaria, tanto en el hogar como en la escuela o en una oficina.
Residuos sólidos biodegradables
Aquí incluimos a todos aquellos residuos que se degradan de una forma rápida y natural en el medio ambiente, como puede ser la comida o incluso restos de frutas.
Residuos sólidos inertes
Al contrario de los residuos sólidos biodegradables, los inertes se caracterizan por no descomponerse de forma natural en el entorno.
No implica que sean tóxicos, pero sí que requieren una buena gestión para que no deterioren el entorno, por ejemplo los residuos de papel y cartón.
Residuos sólidos reciclables
Incluimos en estos ejemplos a todos los residuos que puedan someterse a un proceso de reciclaje, con el fin de darles una segunda vida útil o bien aprovecharlos para crear nuevos materiales, como sucede con el plástico o el vidrio.
¿Cómo se realiza la gestión de residuos municipales?
La gestión de residuos municipales pasa por distintas fases. Podríamos clasificarlas de la siguiente manera:
Depósito de los residuos
Los hogares y los establecimientos que generan los residuos municipales tienen que depositar de forma responsable y correcta estos residuos, aprovechando en la medida de lo posible la clasificación que permite la recogida selectiva.
Recogida de los residuos
Los profesionales que trabajan para el Ayuntamiento deben encargarse de la recogida de residuos, indistintamente si se han clasificado previamente o no.
Según el tipo de residuo la recogida se desarrolla de forma distinta, así como con recursos diferentes, adaptados a la tipología de cada uno.
Transporte de los residuos
Los residuos recogidos deben ser transportados hasta plantas de tratamiento. La recogida selectiva ayuda a diversificar mejor el transporte, para derivar cada tipo de residuo a una planta específica.
Tratamiento de los residuos
En las diferentes plantas encargadas del tratamiento de los residuos se procede a clasificar, organizar y derivar cada material con un propósito diferente.
En base a la composición que tengan y sus posibilidades de reciclaje, en esta fase de gestión de los residuos municipales normalmente hay 3 opciones:
- Es posible que se aplique una valorización de residuos con el fin de aprovecharlos para otros fines a nivel energético.
- Se pueden incluir en un proceso de reciclaje, como convertir en compostaje algunos residuos.
- Si no se encuentran formas de aprovechar su reciclaje, se puede optar por el vertido controlado, de forma que su almacenamiento no provoque daños en el entorno.